Vinícius Júnior y Rodrygo Goes no están en el mismo punto. Mientras que el primero intenta echarse el equipo a sus espaldas y sacar adelante a los suyos en este mal momento, el segundo no participa, se refugia en la sombra y apenas tiene protagonismo en el juego del Real Madrid. Son la cara y la cruz de la moneda, y eso son pésimas noticias para el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti.
Pese a la dura eliminación en Champions, el cuadro merengue todavía continúa inmerso en la pelea por La Liga con el FC Barcelona y tiene la final de la Copa del Rey, precisamente ante los azulgranas, a la vuelta de la esquina. En un momento trascendental de la temporada, los blancos no se pueden permitir la nula aportación de Rodrygo en los últimos partidos. Al mismo tiempo, Vinícius no puede cargar con todo el peso del ataque madridista sin recibir ayuda.
Vinícius, una lección de personalidad y liderazgo
Aunque las cosas no le estén yendo como esperaba, el de São Gonçalo no para de intentarlo y continúa ‘erre que erre’ con su objetivo de sacar a flote a un Real Madrid que lleva andando por arenas movedizas toda la temporada. Esa irregularidad está afectando a todos los jugadores. A todos les ha hecho mella, incluido al brasileño, que pese a sus nada desdeñables cifras (20 goles y 14 asistencias) no está rayando a su máximo nivel.
Anoche, en el Santiago Bernabéu, volvió a mostrar una actitud de líder. Una concentración y una determinación clave en el juego del equipo. Por sus botas pasaban la mayoría de los ataques del Real Madrid y aunque sin éxito, el carioca se reponía y lo volvía a intentar una y otra vez. Sin medias tintas, sin tibiezas, hasta el final. La insistencia le llevó a anotar el primer gol de los blancos en el minuto 79′, sin embargo, un fuera de juego previo de Endrick, le arrebató su premio al esfuerzo. Vinícius fue sin duda, sin mencionar a Fede Valverde, el protagonista del encuentro. Fue el que más ocasiones de gol creó para el Madrid (seis) y también el que más intentó involucrar a sus compañeros a través de centros al área (ocho, igualado con Modric). Y por si fuera poco, fue el futbolista con más regates: cinco, los mismo que el resto del equipo juntos.
Rodrygo y el bache interminable
Desde que llegó al Real Madrid en 2020, Rodrygo siempre ha sido un jugador irregular, de fogonazos, de apariciones intermitentes… de lo mejor y de lo peor. Esta temporada mucho más de lo segundo, de no dar la talla, de tener una aportación residual. Cuando las papas queman, Vini aparece y Rodry se esconde.
Su nula intervención e influencia en el juego merengue va unido a una falta de gol alarmante. El de Osasco ha marcado sólo un gol en los últimos 22 partidos con la camiseta del Real Madrid. Su último tanto data ya del 4 de marzo, en el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions ante el Atlético de Madrid. Y si hablamos de asistencia, la última que dio fue el 1 de abril en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra la Real Sociedad.
Números muy pobres para el extremo derecho titular del Real Madrid. Cifras que rozan lo inaceptable. Con Ancelotti pensándose si regresar al 4-4-2, Rodrygo parece el claro perjudicado, y con razón. Sus actuaciones no están a la altura y el entrenador italiano podría decidir prescindir de él y alinear a Mbappé y a Vinícius en punta de lanza. El ’11’ tendría que esperar así su oportunidad en el banquillo.