Edu Expósito fue uno de los protagonistas en el empate del Espanyol ante el Valencia en Mestalla (1-1). El centrocampista, que atraviesa un gran momento, pasó por la zona mixta después del partido para valorar el punto conseguido y el estado anímico del vestuario blanquiazul, que sigue firme en su pelea por la permanencia.
El catalán no es de los que se esconde y lo primero que dejó claro es que está disfrutando del mejor momento de la temporada a nivel personal: “Estoy bien, la verdad, tras la lesión, jugando muchos minutos como titular, muy contento, la verdad”, confesaba con una sonrisa. Y es que su rendimiento sobre el césped habla por sí solo. En Mestalla, además de ser el motor del equipo en el centro del campo, rozó estrenar su casillero anotador: “Hubiera sido increíble sumar el primer gol de la temporada para mí”.
El punto en Valencia, aunque valioso, deja al Espanyol algo más lejos de mirar hacia arriba en la clasificación. Así lo explicaba el propio Edu: “Con este empate ya se nos queda un poco lejos mirar arriba, hemos estado cerca, una pena no haber podido aguantar en la segunda parte pero hemos hecho un buen partido”. Y es que, tras adelantarse en el marcador, los pericos sufrieron el empuje local en la segunda mitad.
Ese sufrimiento, más allá de lo que se ve en el campo, se ha sentido especialmente dentro del vestuario en los últimos tiempos, como apuntó Expósito con sinceridad: “Se ha sufrido muchísimo en el vestuario, eso no lo sabe nadie, pero ahora estamos en un gran momento y estamos cerca de la permanencia, muy contentos en el vestuario”. El camino ha sido duro, pero las sensaciones actuales invitan al optimismo. “Ya queda menos, hasta que no acabe y la permanencia esté asegurada no estará, pero está muy cerca”, añadía con prudencia.
Sobre las quejas del valencianismo por la supuesta falta previa de Carlos Romero en el gol del Espanyol, Expósito fue claro y se desahogó: “Si te digo los dos años que llevo yo después de lo que vivimos… pues imagínate. Muy cabreado y mucho más así que una jugada del partido que acaba en gol, muy contentos y a seguir”. Unas palabras que dejan entrever lo complicado que ha sido el camino para este grupo.
Por último, con la mirada ya puesta en el próximo reto, no esquivó el desafío que supone visitar La Cerámica: “Vamos a Vila-real a hacer un gran partido, es un equipo de nivel Champions pero intentaremos hacer un gran partido”. El mensaje es claro: el Espanyol no quiere relajarse hasta que el objetivo esté en el bolsillo.