Carlo Ancelotti sabe que la situación no es la ideal y que su equipo no está respondiendo como él querría, sin embargo el de Reggiolo tiene claro que no va entrar en pánico y ni a cambiar su forma de entrenar o entender el fútbol. El técnico italiano, que tiene la difícil enmienda de levantar a una plantilla con claros síntomas de desgaste, va a “morir” con sus formas. Esas formas que le han llevado a tocar el cielo en el Real Madrid y que al mismo tiempo parecen estar caducándose en el vestuario blanco. El cuadro merengue se juega la temporada en algo más de dos semanas: primera estación Getafe, después el trascendental ‘Clásico’ de la final de Copa.
La mano izquierda y el látigo
Al entrenador transalpino siempre se le ha achacado su excesiva bondad para tratar con los jugadores y su poca firmeza para solventar los malos momentos. Una gestión con amiguismos y un exceso de simpatía que en ciertas ocasiones no parece lo más adecuado para abroncar y hacer reaccionar a la plantilla. En definitiva, un método de entrenar basado en la mano izquierda y no en el látigo. El látigo se entiende como aquella forma de entrenar más centrada en la dureza cuando toca, en reprimendas por el malo juego o resultados y una mano dura para enderezar a los jugadores en algunos momentos.
Sobre esto habló ‘Carletto’ en la rueda de prensa previa al partido que hoy enfrente a los suyos contra el Getafe: “Todas las veces que hay problemas te dicen lo de la mano izquierda, que tenía demasiado mano izquierda. Yo intento manejar la relación por cómo soy. Esta temporada me he enfadado muchas veces pero eso no quiere decir mano dura. Nadie ha tenido relación conmigo con mano derecha: mi padre, entrenadores, profesores…. Otras veces me decían que hay que usar el látigo, yo no soy capaz, ficha entonces a otro entrenador. Para mí no es la manera”, declaró Ancelotti.
Getafe, victoria obligatoria
Seguir a la estela del FC Barcelona implica sacar los tres puntos del Coliseum esta noche. El Getafe de Bordalás es un hueso duro de roer y Ancelotti lo sabe: “Todos sabemos cómo juega, con un fútbol intenso, bien organizado. Nos espera este tipo de partido. Cada vez son más importantes los partidos porque llega el final y todos nos jugamos mucho”. Todo lo que no sea una victoria en el sur de Madrid descolgaría a los blancos completamente de la lucha por el título y supondría un mazazo de cara a la final de la Copa del Rey de este sábado.
La Copa se antoja como la gran opción de título para el Real Madrid este curso, sin embargo los procedentes ante los culés no son demasiado esperanzadores (4-0 en Liga y 5-2 en la Supercopa de España). Ancelotti dejó claro en sala de prensa que aún se puede tocar metal esta temporada, aunque para ello, habrá que “cambiar algo”, en relación a la falta de solidez que viene mostrando el equipo a lo largo del año y que será completamente necesaria, para derrotar al Barcelona dos veces en apenas quince días. Carlo Ancelotti y la plantilla creen, aunque la empresa se prevé muy complicada.
