El Espanyol celebró este Sant Jordi con la intensidad y la ilusión que merece una jornada tan simbólica para Barcelona y para la afición blanquiazul. Bajo el lema “125 anys plantant cara al drac”, el club convirtió, una vez más, su stand en pleno corazón del Eixample en un espacio de encuentro y reivindicación. Entre rosas, libros y sonrisas, el sentimiento perico se hizo notar en una Diada que muchos describieron como la más alegre de los últimos años.
Apenas había dudas de que sería un día especial. Las calles llenas, el sol acompañando y el Espanyol mostrando, con orgullo, su historia y su presente. El paso por Rambla Catalunya y Mallorca se detenía al llegar al tradicional espacio blanquiazul, donde la presencia de figuras clave del club terminó de convertir la jornada en una celebración del espanyolismo.
Encabezando la representación institucional, el CEO Mao Ye, el director deportivo Fran Garagarza, leyendas como Rafa Marañón o Joan Capdevila, y responsables de la Fundació y del fútbol femenino, entre otros. Pero la expectación creció de verdad cuando apareció Manolo González, acompañado por Pol Lozano, Jofre Carreras, Antoniu Roca y Aina Durán. La ovación fue inmediata: “¡Manolo, Manolo!”, corearon decenas de seguidores que esperaban pacientemente su turno para lograr un autógrafo o una fotografía.
El técnico, que ha conseguido estabilizar al equipo en un tramo clave de la temporada, no rehuyó el contacto con los aficionados y mantuvo su habitual tono prudente. “Hay que tener los pies en el suelo”, repetía cuando se le mencionaba la posibilidad de alcanzar Europa, pese a la buena racha que atraviesa el equipo. Fran Garagarza, por su parte, también atendió a los medios y repasó la actualidad deportiva con la serenidad que corresponde al momento.
A lo largo de la jornada, las socias recibieron rosas, los libros cambiaron de manos y el ambiente fue de celebración contenida, consciente del camino que aún queda por recorrer. Pero, sin duda, este Sant Jordi dejó la sensación de que el espanyolismo atraviesa uno de sus momentos más sólidos, con el club mirando al futuro desde la fortaleza de sus valores y el respaldo de una afición siempre presente.