La afición del Espanyol volverá a demostrar este domingo su compromiso inquebrantable con el equipo. Al menos 600 seguidores blanquiazules acompañarán a la plantilla en su visita a La Cerámica, en un desplazamiento que, además de importancia deportiva, tiene un componente emocional añadido tras el aplazamiento del partido original el pasado mes de marzo.
El club ha gestionado con esmero la organización de este desplazamiento. Tras la suspensión del encuentro, se procedió a devolver el importe íntegro de las entradas a todos los socios que ya habían abonado su localidad. Además, como gesto de cortesía y agradecimiento por las molestias ocasionadas, el Espanyol ha querido compensar a esos aficionados regalándoles una entrada para el partido reprogramado, en una iniciativa que ha sido muy bien acogida por los afectados.
Por otro lado, el Villarreal facilitó un nuevo cupo de entradas al club blanquiazul, que se pusieron a disposición de los socios mediante un proceso transparente y equitativo. Debido a la alta demanda y la limitación de aforo en la zona visitante, el Espanyol optó por realizar un sorteo entre todos los interesados. La inscripción al mismo exigía el pago anticipado de 20 euros por entrada, importe que sería reembolsado en caso de no resultar adjudicatario. De las 600 localidades disponibles, 237 estaban reservadas para los socios que ya se habían desplazado a Villarreal en la fecha original del partido.
Este procedimiento, que ha permitido garantizar una distribución justa entre los abonados, ha vuelto a poner de manifiesto la implicación de la afición perica, que no ha dudado en movilizarse de nuevo para apoyar a los suyos en un momento crucial de la temporada.
Por su parte, el Villarreal no ha puesto hasta ahora la venta las entradas para el público general debido a un problema informático. Además, como es habitual en el estadio de La Cerámica, se liberarán horas antes del encuentro las localidades de los abonados que finalmente no asistan, una oportunidad que algunos seguidores del Espanyol podrían aprovechar en caso de no haber conseguido entrada en el cupo visitante.
En cualquier caso, la presencia de 600 pericos en Villarreal garantiza que el equipo de Manolo González contará con el aliento de su gente en un partido decisivo. Una vez más, la hinchada blanquiazul dará muestra de su fidelidad y apoyo incondicional, acompañando al equipo allá donde sea necesario.