Álvaro Aguado ha vuelto hoy a disputar minutos en un partido oficial con el Espanyol, en un contexto complicado para el futbolista. Es la primera vez que pisa el césped desde que, el pasado 8 de abril, se supiese que está siendo investigado por una presunta agresión sexual a una trabajadora de la entidad blanquiazul.
El centrocampista, que había contado con minutos en los tres partidos antes de conocerse la denuncia —ante Mallorca, Atlético y Rayo Vallecano—, no había vuelto a tener participación en los encuentros frente a Celta, Getafe y Valencia, aunque sí figuró en las convocatorias. Hoy, sin embargo, en el minuto 77 del duelo ante el Villarreal, Manolo González decidió realizar un doble cambio: entraron Véliz y Aguado y dejaron el campo Roca y Edu Expósito. El regreso del jugador a la competición se produjo sin anuncio previo, en medio de una situación que sigue bajo investigación judicial.
La denuncia se refiere a unos hechos supuestamente ocurridos en la madrugada posterior a la celebración del ascenso del Espanyol a Primera división. El 23 de junio de 2024, tras remontar ante el Real Oviedo en la final del playoff con dos goles de Javi Puado, la plantilla y los trabajadores del club celebraron la vuelta a la élite, primero sobre el césped del RCDE Stadium, y más tarde en una fiesta privada organizada en la discoteca Opium de Barcelona. Fue en ese entorno, presuntamente, donde Aguado habría agredido sexualmente a la trabajadora que, meses después de los hechos, presentó la denuncia.
El juzgado de instrucción número 13 de Barcelona mantiene abierta una causa por delito de agresión sexual y ha citado a declarar a Aguado como investigado a mediados de mayo. Desde el entorno del futbolista aseguran que él niega haber cometido delito alguno.
Mientras tanto, el Espanyol ha optado por mantener silencio público respecto al caso, sin realizar declaraciones oficiales sobre la situación de Aguado. La decisión de darle minutos hoy, por primera vez desde que se conoció la investigación, llega en un momento delicado y plantea interrogantes sobre cómo el club gestiona internamente este tipo de situaciones.
La causa judicial sigue abierta, y la vuelta del jugador al terreno de juego marca un nuevo capítulo en un caso que sigue su curso en los tribunales y que tiene un impacto evidente en la actualidad deportiva e institucional del Espanyol.