Se rompió la buena racha del Espanyol en La Cerámica. Después de cinco jornadas sin perder, los de Manolo González se quedaron sin premio ante un Villarreal que apretó de verdad en la segunda parte. El gol de Yeremy Pino, al poco de arrancar el segundo tiempo, fue suficiente para dejar a los pericos de vacío y para que los de Marcelino se metan de lleno en la pelea por la Champions. La primera parte fue bastante plana. Mucho respeto entre ambos equipos, con un Espanyol que tuvo el balón pero sin llegar a hacer daño. Manejaba los tiempos, sí, pero sin pisar el área. El Villarreal, más agazapado, dejó pasar los minutos y, con menos posesión, generó las mejores ocasiones. Eso sí, el VAR les arrebató un penalti y un gol que Munuera Montero tuvo que anular. Tras el descanso, Marcelino agitó el árbol y cambió el guion. El Villarreal salió mucho más agresivo en la reanudación y pilló al Espanyol reculando. Pepé se puso las botas y encontró a Yeremy Pino, que la colocó junto al poste para el 1-0. A partir de ahí, los amarillos mandaron, con un Pepé desatado y un Joan García que evitó que la cosa fuera a más. El VAR volvió a intervenir para anular otro tanto del Villarreal. El Espanyol aguantó como pudo y trató de rondar el empate, pero esta vez no hubo milagro. Derrota que duele, aunque los pericos siguen dando la cara. Toca levantarse y seguir remando.