Lamine Yamal está hecho de otra pasta. Que un futbolista de 17 años realice el partido que cuajó ayer el internacional español en unas semifinales de la Champions está solo a la altura de los elegidos. De los megacracks de este deporte. El ’19’, pese a dar el susto en el calentamiento, dio una auténtica exhibición en el empate 3-3 del FC Barcelona contra el Inter de Milán. Buena parte de no llevar un resultado desfavorable a Italia recae en los pies de Lamine que, gracias a un golazo y otras tantas aproximaciones, levantó a un equipo castigado con el 0-2 inicial. Yamal no solo aporta con su talento y magia sino que cuando las cosas se ponen cuesta arriba, el de Rocafonda guía y aparece. Una noche en la que lideró, ejecutó y brilló.
De récord en récord
A su corta edad, Lamine Yamal está rompiendo prácticamente todos los récords habidos y por haber. Anoche ventiló de un plumazo dos nuevos registros que hablan de la dimensión de esta joya.
Con 17 años y 291 días, el atacante se ha convertido en el jugador más joven de la historia del FC Barcelona en alcanzar la cifra de 100 partidos oficiales. En el día de su centenario ha sido clave para su equipo. Cuando peor lo estaban pasando los de Hansi Flick, apareció Lamine.
Volvió loca a la defensa interista con sus regates y travesuras por la banda. Fueron incapaces de frenar la infinidad de registros que el catalán tenía con el balón. Su actuación fue completísima, y es que a parte del gol, disparó dos veces al palo y completó seis regates.
Pero especialmente valiosa fue su capacidad de reacción. De despertar al Barça del jarro de agua fría que había supuesto el 0-2 neroazzurro. No lo hizo de cualquier forma, se sacó de la chistera un auténtico golazo con una rosca de fantasía al palo largo de Sommer. La bella diana no sólo significaba el 1-2 del choque sino que conllevaba una nueva marca de precocidad. Con el tanto de ayer, Lamine Yamal se ha convertido en el goleador más joven en unas semifinales de la historia de la Champions League. Palabras mayores.
Rendidos a él
La exhibición del extremo no ha pasado desapercibida para el mundo del fútbol. Propios y extraños se han deshecho en elogios ante la gran joya culé.
El entrenador interista, Simone Inzaghi, dejó esta reflexión al término del encuentro: “Es un talento de los que nacen cada 50 años. No lo había visto todavía en directo. Nunca había visto a un jugador como Lamine Yamal en los últimos ocho o nueve años. Tuvimos que triplicarlo y, obviamente, se abrieron espacios en otros lados”.
Su propio míster, Hansi Flick también tuvo unas bonitas palabras hacia él: “Lamine nos enseñó el camino. Ese 1-2 fue muy importante. Lamine es especial, es un genio… En los grandes partidos está y disfruta“.
También la prensa nacional e internacional se rindió al culé. “Extraterrestre”, “deslumbrante”, “demonio indomable”, “superestrella”, “arrasa”… fueron algunos de los calificativos con los que los diferentes medios alrededor del mundo encumbraron a la figura de Lamine Yamal tras su partido ante el Inter.
