El Espanyol afrontará el decisivo duelo de este domingo ante el Leganés con una ausencia de peso en su once titular: Omar El Hilali no podrá jugar al haber visto la quinta amarilla del ciclo. Una baja sensible por el rendimiento, la regularidad y la fiabilidad defensiva que ha aportado el lateral derecho a lo largo del curso. Su sanción abre un foco de inquietud en una zona del campo especialmente delicada, en un momento donde no hay margen para el error.

El relevo natural es Álvaro Tejero, pero su momento de forma actual genera dudas. Ante el Betis fue el elegido cuando el hispano-marroquí hubo de dejar el pasto, pero su actuación dejó sensaciones irregulares. Estuvo muy exigido en el uno contra uno ante un Abde que le desbordó en varias acciones, y aunque logró asentarse con el paso de los minutos, no terminó de transmitir seguridad. No es casualidad que Tejero haya ido perdiendo protagonismo en las alineaciones de Manolo González -no es de la partida desde el pasado enero-.

La preocupación aumenta si se tiene en cuenta que por ese mismo costado actuará previsiblemente Dani Raba, uno de los futbolistas más desequilibrantes del Leganés y que, además, ha sonado como posible refuerzo del Espanyol para el futuro. El atacante del conjunto pepinero reúne talento, desborde y capacidad para desequilibrar en espacios reducidos, y podría convertirse en un factor diferencial si el Espanyol no logra ajustar bien sus ayudas defensivas por ese flanco.

No sería extraño que Manolo González repitiera la fórmula utilizada frente al Betis, cuando Jofre Carreras entró en el campo para reforzar la banda derecha tras la salida de Omar, ofreciendo cobertura adicional a Tejero. Una solución de emergencia que refuerza defensivamente la zona, pero que también condiciona la verticalidad ofensiva del equipo, al obligar a Jofre a centrar gran parte de sus esfuerzos en tareas de contención.
Otra posibilidad que se baraja es un cambio de sistema con tres centrales, buscando mayor protección por bandas y liberando a los carrileros de exigencias defensivas en campo propio. No obstante, esta alternativa no se ha probado con continuidad a lo largo del curso y supondría una modificación estructural significativa a estas alturas del campeonato.
El Espanyol llega al choque con 39 puntos y la salvación a tiro, pero con la certeza de que cualquier desequilibrio puede costar caro. La baja de Omar no es una más, es la de un jugador que ha sido titular indiscutible durante toda la temporada y que se ha consolidado como uno de los perfiles más fiables del equipo. En un duelo donde el margen de error es mínimo y el contexto defensivo será clave, su ausencia obliga a ajustar con precisión una pieza importante del engranaje.

El Leganés, por su parte, también tiene sus propias limitaciones, sobre todo en casa donde es el tercer peor local. Pero no le falta talento arriba, y por ello, la elección de Tejero o una solución alternativa será una de las decisiones más relevantes que deberá tomar Manolo González en esta jornada.
El técnico gallego, que ha construido buena parte de la solidez del Espanyol a partir de un bloque defensivo firme, tendrá que resolver una situación incómoda con inteligencia y pragmatismo. El reto es claro: minimizar los riesgos en una banda que será, sin duda, uno de los focos del encuentro en Butarque.
