Roberto Fernández se ha ganado el respeto de todos en tiempo récord. Aterrizó en Cornellà en invierno, sin grandes titulares, pero en solo unos meses ha cambiado el panorama ofensivo del Espanyol. Con goles, actitud y una eficacia impropia de alguien que ni siquiera ha disputado una temporada completa en la élite del fútbol español. Su impacto ha sido tal que en los despachos ya se trabaja para intentar quedárselo en propiedad. Aunque el margen es cada vez más estrecho.
El delantero andaluz, cedido por el Sporting de Braga hasta final de temporada, tiene una opción de compra fijada en 10 millones de euros. Una cifra considerable para la economía actual del club, que no quiere renunciar a él pero tampoco puede permitirse entrar en una subasta. Por eso, desde hace semanas, se están intentando rebajar esas condiciones. Y mientras el Espanyol trata de encontrar un acuerdo más accesible, otros equipos ya se han interesado.
Los números de Roberto son demoledores. Seis goles en catorce partidos, con solo trece disparos en total y ocho de ellos entre los tres palos. Un 75% de acierto de cara a portería que no tiene comparación con ningún otro delantero de LaLiga. Y ese instinto, tan difícil de encontrar y tan valioso en un contexto como el actual, es lo que ha encendido todas las alarmas en el mercado.
Según ha informado Relevo, el Sevilla y el Valencia han tanteado discretamente su situación. Y también un equipo de zona europea ha entrado en escena, dispuesto a adelantarse si el Espanyol no se mueve con decisión. A ello se suma el interés de varios clubes italianos, conscientes de que pagar los 10 millones que pide el Braga no es una barrera insalvable para ellos.
El Espanyol quiere quedarse con el ‘killer’ más efectivo de la Liga… pero juega con fuego https://t.co/vPvmabNTvD
— Relevo (@relevo) May 6, 2025
Mientras tanto, Roberto mantiene el perfil bajo. “Estoy centrado en ayudar al Espanyol a lograr la permanencia. Lo demás, ya se verá”. Un discurso medido, propio de alguien que entiende que su papel actual va más allá de los goles. Está siendo determinante en una segunda vuelta donde cada punto vale oro, y eso lo sabe tanto él como el vestuario. Pero también es consciente de que el tiempo apremia.
Desde Braga, la postura es clara: tranquilidad. El jugador tiene contrato hasta 2029 y no tienen prisa. Tiene mercado y están abiertos a escuchar, aseguran desde el entorno portugués. La única ventaja del Espanyol ahora mismo es la cláusula pactada en la cesión. Pero esa ventana se cierra en junio. Si no se ejecuta, Roberto volverá a Portugal y su precio podrá dispararse con libertad.
El club blanquiazul no quiere dejar escapar a un futbolista que ha demostrado encajar a la perfección en el proyecto de Manolo González. Pero si espera demasiado, puede verse superado por otros actores con más recursos y menos dudas. Y ahí estará el verdadero riesgo: perder a uno de los delanteros más eficaces del campeonato por no actuar a tiempo. Porque en el fútbol, como en los mercados, el que duda… pierde.
Fuente: Relevo
