La eliminación del Barça de la Champions retumbó esta mañana en La Opinión del Día. Con el eco de lo vivido en Milán todavía fresco, Ander Mirambell arrancó su comentario con un saludo muy peculiar peculiar—”Muy, muy, muy buenos días, muy buen día, bon giorno…”—y una confesión: Àlex Cobas le había pedido el día anterior que grabara la vídeo‑opinión. “Ufff, opinión, miércoles… qué temas tocaréis”, admitió con media sonrisa. Tocaban, claro, la clasificación y las pulsaciones de un Espanyol que aspira a sellar la permanencia sin apuros.
“¿Estamos salvados o no?”
El ex piloto de skeleton fue directo: “Este fin de semana lo tendremos claro“, señaló, poniendo el foco en los duelos directos que se avecinan. Más allá del resultado, subrayó la importancia de llegar al derbi con el ánimo alto: “Hay que intentar llegar con buenas sensaciones y confianza“. Para Mirambell, la tabla es secundaria si el vestuario transmite energía positiva.
También advirtió de que el epílogo del curso marcará la hoja de ruta veraniega. “No es lo mismo acabar ahogado y obligado a fichar que cerrar fácil y con margen para afinar“, sentenció. El mensaje va directo al club: planificar con calma requiere cerrar los deberes cuanto antes.
Manolo González, en manos del proyecto
Mirambell no esquivó el asunto del banquillo: “Manolo se merece continuar, pero dependerá de los recursos que le den“. Lo expuso sin dramatismos: la continuidad no se mide en meses de contrato, sino en herramientas. Traducción libre: refuerzos, presupuesto y proyecto claro.
Král, Jofre y la tutoría a los jóvenes
En la parte final, Ander analizó un par de nombres propios en boca de toda la pericada estos días. Primero, Král: “Sé que a Francesc Via no le convence, a mí sí. Es una versión checa de Javi López. Aporta corazón y recorrido y, para mí, debe seguir“. Después, Jofre: pieza valiosa no solo por su rendimiento, sino por su capacidad de arrope a la cantera: “Antoniu Roca aún ha de crecer y puede aprender mucho de Jofre“.
Sensaciones por encima del ruido
Mirambell cerró su análisis recordando el tramo ”excelente, por encima de nuestras posibilidades” que precede a este pequeño bache y reclamó continuidad en el trabajo. Contra el murmullo que genera la eliminación europea de los vecinos, el mensaje suena claro: menos calculadora, más confianza. Para nuestro campeón, la verdadera carrera se decide en el impulso final—y ahí, dice, el Espanyol aún tiene cuerda.