Urko González de Zárate no es de los que dan muchas entrevistas, pero cuando habla, lo hace claro, directo y sin rodeos. Este martes, el centrocampista del Espanyol pasó por el canal de Twitch de Javier de Haro y dejó un buen puñado de reflexiones que dibujan a la perfección tanto su personalidad como el ambiente que se respira en el vestuario blanquiazul.
Empezó por lo más reciente, lo que aún escuece tras el empate ante el Betis. “Fue una putada”, soltó sin florituras, “pero nos quedan cuatro partidos, y el del domingo lo sacaremos adelante. Esto es fútbol, tenemos un colchón amplio, estamos muy bien, pero en fútbol puede pasar cualquier cosa y lo hemos de rematar cuanto antes”. Sin dramas pero con los pies en el suelo: “De nada vale mirar al pasado, hemos de intentar sacar el máximo de puntos”.
La conversación con De Haro también sirvió para hablar del futuro. Urko no esquivó el tema de su cesión y de lo que puede pasar con la Real Sociedad tras el adiós de Imanol Alguacil y la llegada de Sergio Francisco, con quien coincidió en el filial. “Sí, con Sergio Francisco estuve en el filial y en el tercer equipo; yo tengo contrato allí, he de ir en pretemporada, y ya se decidirá lo que quieren hacer ellos. Al final es cosa de clubes, yo me he de dedicar a jugar, lo que tenga que ser será”, explicó con naturalidad.
Desde su llegada al Espanyol en enero, Urko ha experimentado un cambio radical. “Cuando juegas cambian mucho las cosas, me han dado confianza, los compañeros me han ayudado a adaptarme rápido, y claro, cuando juegas mejoras”. Y añadió algo que suena a verdad universal en el mundo del fútbol: “La confianza es muy importante en un futbolista, si la tienes te vas a atrever más, vas a pedir más el balón”.
Lo cierto es que verlo jugar parece como si llevara años en el club: “El Espanyol me dio la oportunidad de venir aquí, qué menos que poner ganas. La unión que hay en el grupo es muy buena, todos son muy buenos compañeros y te ayudan mucho”. Y sobre el entrenador, no tiene dudas: “Manolo González es muy buen míster, tiene a todo el grupo enchufado, sabe mucho de fútbol y es cómo te lo contagia”.
Urko también confesó que no era muy de ver fútbol en su tiempo libre, pero que el Espanyol ya le sonaba bien desde fuera: “No suelo ver mucho fútbol, al Espanyol lo veía y me gustaba el equipo. Cuando vine, las primeras jornadas me sorprendió sobre todo la grada de animación, el ambiente que hay aquí, que la gente empuje me gustó”.
La operación para traerlo en enero no fue fácil, pero él lo tuvo claro cuando apareció el Espanyol. “En verano mi representante me dijo algo, pero la Real ya dijo que no y no le di muchas vueltas; al final no jugué nada y pensé que lo mejor era salir cedido. Tenía ganas. Hablaba con el representante en Navidades hasta que un día me fijo que el Espanyol estaba interesado. Me llamó Fran Garagarza, luego hablé con Manolo, y nada más colgar le dije a mi representante que quería venir”.
Sobre su vida en la ciudad, todo bien salvo un detalle: “La única pega que le pongo a Barcelona es el metro, yo vivo en Sant Adrià, al lado de la Dani Jarque”, soltó entre risas.
Hablando de compañeros, no se olvidó de Joan García, a quien llenó de elogios: “Todos lo vemos y sabemos qué porterazo es. Es muy bueno, para todo. Tener un portero así te da mucha seguridad y tranquilidad, parando es un animal. Estoy seguro que va a hacer un carrerón y va a ser un portero a tener en cuenta”.
También reconoció que en el vestuario a veces se comenta la situación contractual de muchos jugadores: “Cada uno lo lleva, es verdad que a veces se ha comentado, pero al final estamos centrados en acabar de la mejor manera posible y cumplir el objetivo”.
Sobre su decisión de venir en pleno lío clasificatorio, no lo dudó: “Me habían hablado muy bien del Espanyol, al final es Primera división y se podía salir de esa mala situación. No le di vueltas, la verdad es que no”.
¿Y cuándo cree que se logrará la salvación? “No te voy a decir que no te da por pensar, no sé decirte, ojalá este fin de semana pero esto es fútbol y todo puede ser”. Reconoció que vencer al Betis habría sido un golpe casi definitivo: “Sabíamos que ganando dabas una hostia fuerte sobre la mesa, nos dio mucha pena”.
También se mostró feliz con su día a día y con cómo lo han acogido: “He tenido suerte porque tengo varios amigos viviendo aquí, suelen venir a visitarme los colegas, si no mis padres. La adaptación a la ciudad bien, y al equipo igual, son gente muy buena y estoy agradecido”.
¿Y si guardará un lugar para el Espanyol en el corazón pase lo que pase? No lo dudó: “Sí, está claro, siempre”.
En la parte más personal, Urko desveló cómo empezó todo: “Siempre he sido de fútbol, fútbol, fútbol con mi padre. Primero juegas con los amigos porque te diviertes, pero vas jugando bien, en cadetes me llama la Real y peleas por ser futbolista sin saber qué pasará”. Y recuerda con cariño su etapa en Vitoria, pese a que sus amigos no fueran precisamente pericos: “Todos mis amigos son del Alavés desde pequeños, el fútbol se vive mucho en Vitoria y claro que querían que perdiese el Espanyol. Primero salvarnos nosotros, y luego ellos”, reconoció.
Y cuando le preguntaron con qué se quedaría de su etapa aquí, lo tuvo clarísimo: “Con la gente y con el día a día. Voy encantado a entrenar porque hay muy buen rollo, se agradece. ¿Si me voy a llevar amigos? Sí, sobre todo con los jóvenes, aunque con los veteranos también me llevo muy bien. Jofre, Pol, Pablo… podría decir muchos más, me llevo muy bien y son muy buena gente. Los veteranos ayudan mucho: Edu Expósito desde el primer día me dijo si necesitaba algo, Sergi Gómez, Pacheco…”.
Y lo dejó bien claro: “Me he sentido feliz. El grupo que tenemos es muy sano, y si vienes nuevo y te acogen así, te hace estar muy contento. Si estamos todos unidos va a ir todo más de cara, y creo que se ha visto. Hemos hecho muy buena segunda vuelta. Y la afición muy bien, aprieta mucho y hay un ambientazo cada vez que vas al estadio, y al final se agradece”.
No sabemos qué pasará con Urko el próximo curso, pero está claro que si de él dependiera, el cariño ya lo tiene.