Arda Güler, en boca de todos por su gran momento actual en el Real Madrid, ha decidido contar su historia en una extensa carta en The Players Tribune en la que revela todos los detalles de su vida y de su carrera profesional, desde que era niño hasta que ficha por el conjunto blanco. El turco de 20 años “se desnuda” para compartir públicamente todo lo que ha vivido a lo largo de estos años. Momentos muy difíciles mezclados con otros muchos más gratos han moldeado a un talento que comienza a hacer las delicias del madridismo.
Su complicada infancia
Güler no duda en desvelar las dificultades que pasó cuando era un niño y como su familia apenas tenía estabilidad económica para salir adelante. “No crecí en una familia rica. Crecí con una madre ama de casa y un padre que tenía una tienda de barrio que acababa de quebrar. Mi padre me llevaba en coche a entrenar y mientras él no estaba era su socio quien se encargaba de la tienda. No sé qué pasó, pero un día mi padre me dijo que teníamos que cerrar la tienda. Estábamos arruinados“, confiesa el otomano.
“La tienda era nuestra única fuente de ingresos. Recuerdo que mis amigos solían ir a comer gofres y yo no podía. Aún así, por suerte siempre tuvimos comida en la mesa, sé que hay muchos niños que ni siquiera tienen un techo bajo el que dormir. En el fondo sabía que éramos afortunados”, afirma el futbolista del Real Madrid.
Cuando atravesaban esa complicada situación familiar, llegó el fichaje por el Fenerbahçe. Y en ese instante, la familia depositó todas sus esperanzas en él. “No puedo decir que solo pensáramos en el fútbol, necesitábamos dinero. La conversación que más recuerdo fue con mi hermana. Justo antes de subir al coche me miró a los ojos y me dijo ‘Arda, tienes que llenar la nevera’. Llenar la nevera, esas fueron sus palabras exactas”, reconoce el de Altındağ.
El Real Madrid, un sueño cumplido
Su buen hacer en el Fenerbahçe, llamó la atención de los grandes clubes europeos y ahí tuvo que tomar una importante decisión, dónde quería dar su siguiente paso. “Me parecía irreal que esto pudiera suceder tan rápido. Ese verano, mi padre y yo tuvimos muchas conversaciones largas sobre si era demasiado pronto para irme. La verdad es que fue muy complicado, porque teníamos muchísimas ofertas, y me costó decidir qué hacer“, expresa el centrocampista.
Sin embargo llegó el Real Madrid y Ancelotti, y todo cambió. “Tuve una videollamada con Carlo Ancelotti. Nunca olvidaré cuando apareció su número en mi pantalla y el video se estaba cargando… “Hola, Arda. ¿Cómo estás?” Él también estaba de vacaciones. El momento fue tan surrealista que me cuesta recordar los detalles, pero creo que llevaba una de esas camisas hawaianas, gafas de sol y creo que incluso tenía un puro. Me dijo: “Arda, tendrás un gran futuro aquí. Tal vez no el primer año, pero tendrás oportunidades. Cuando Modric y Kroos sean demasiado veteranos, podríamos ponerte en el mediocampo. “Prométeme que vas a fichar”, me dijo Carlo”.
“Luego, cuando te presentan como jugador del Real Madrid, es como una ceremonia de boda. Tu contrato es para seis años, pero la idea es quedarte para siempre. Estaba sentado junto a mis padres y cuando mamá empezó a llorar, le sequé las lágrimas y la besé en la mejilla“, añadió acerca de su llegada al conjunto blanco.
Además, también cuenta un detalle sobre la celebración de la Champions del año pasado, donde no tuvo demasiado protagonismo. “Estar en el banquillo no es una situación fácil. Cuando ganamos la Champions League no me apetecía levantar el trofeo. No tenía pensado subir al techo del autobús. Yo soy así, no me basta con ganar un título, tengo que sentir que me lo he ganado“, manifiesta el de Turquía.
Por último concluye con una serie de sueños que aún le quedan por cumplir: “Quiero convertirme en un jugador importante para el Real Madrid. Quiero ganar esa Champions League. También me encantaría llevar el dorsal 10 de este club. Pero por encima de todo, quiero abrir camino para una nueva generación de jugadores turcos“.
