El arbitraje de Gil Manzano ha vuelto a desatar una tormenta. En un partido decisivo en Mendizorroza, el colegiado extremeño fue protagonista absoluto al señalar un penalti muy discutido a favor del Deportivo Alavés, que acabó condicionando no solo el resultado del encuentro ante el Valencia, sino también el desenlace del tramo final de la temporada para varios equipos. La acción ha provocado un fuerte malestar en el entorno valencianista, que ha estallado públicamente ante una decisión que recuerda, inevitablemente, al episodio vivido por el Espanyol hace dos temporadas en Mestalla.
La jugada llegó en el minuto 75 con el 0-0 aún en el marcador. Mamardashvili salió a despejar un balón aéreo y, en la caída, golpeó involuntariamente a Mouriño. Gil Manzano no dudó y señaló penalti. Desde la sala VOR, Hernández Maeso recomendó una revisión. El árbitro accedió, pero tras ver las imágenes ratificó su decisión: “Portero nunca toca balón, derriba al adversario y voy a continuar con mi decisión”, se escucha en el audio oficial divulgado por la RFEF. El penalti, transformado por Jordán, dio los tres puntos al Alavés, acercó al Valencia a quedarse sin Europa y consumó el descenso matemático de la UD Las Palmas.
🗣 AUDIO REVISIÓN VAR
🗓 Jornada 36 | Primera División
⚽ @Alaves 🆚 @valenciacf | 75′#ArbitrajeRFEF | @CTARFEF pic.twitter.com/U4j0TmcT3e
— RFEF (@rfef) May 14, 2025
La polémica ha hecho estallar a los aficionados del Valencia, al cuerpo técnico y a los propios jugadores, que no comprenden cómo, incluso con la ayuda del VAR, pudo mantenerse una decisión tan cuestionable. Desde el club se trasladó el malestar a través de sus canales oficiales, mientras que Giorgi Mamardashvili, principal implicado en la acción, expresó abiertamente su desconcierto.
VAR para creer
— Valencia CF (@valenciacf) May 14, 2025
Desde el entorno del Espanyol, el episodio ha reabierto una herida aún muy presente. Gil Manzano ya fue protagonista de un arbitraje nefasto para los intereses blanquiazules en Mestalla en mayo de 2023. Aquel día, anuló un gol completamente legal a César Montes por una supuesta falta inexistente sobre el propio Mamardashvili, validó el gol del empate del Valencia tras una clara infracción sobre Braithwaite, y no sancionó un penalti evidente sobre el delantero danés en la última jugada del encuentro. Aquel arbitraje dejó al Espanyol sin opciones de permanencia.
Entonces, buena parte del entorno valencianista minimizó la polémica y despreció las quejas que llegaban desde Barcelona. Ahora, con el foco puesto sobre el mismo árbitro y con consecuencias igual de graves, se abre inevitablemente una reflexión: ¿es justicia poética o la confirmación de que Gil Manzano no debería seguir arbitrando partidos de primer nivel?
La reiteración de errores graves en encuentros decisivos debería hacer saltar las alarmas en el Comité Técnico de Árbitros. No es un episodio aislado, sino una trayectoria salpicada por decisiones que comprometen la integridad de la competición. El daño ya está hecho, y esta vez, el Valencia ha vivido en carne propia lo que otros equipos, como el Espanyol, llevan tiempo denunciando.
