La imagen del FC Barcelona celebrando un título de Liga sobre el césped del RCDE Stadium volvió a repetirse este 15 de mayo, pero esta vez bajo un clima distinto. Más controlado, y con medidas preventivas claras para evitar que se repitieran los episodios de 2023, cuando la celebración culé terminó desatando una invasión de campo y escenas de alta tensión. Aun así, la escena no estuvo exenta de polémica.
Desde el club blanquiazul se había trabajado durante los días previos para evitar que el título del eterno rival se convirtiera, una vez más, en una humillación pública para el espanyolismo. Se reforzó el dispositivo de seguridad, se extremaron las precauciones en los accesos al césped y, desde la zona de vestuarios, se trazó un protocolo que debía activarse si se confirmaba el alirón azulgrana. También se pidió contención desde las instituciones y los cuerpos de seguridad, conscientes del simbolismo que rodea un partido de esta carga emocional.
Hansi Flick, que debutaba en un derbi de este calibre, ordenó a sus jugadores abandonar el terreno de juego apenas concluyó el encuentro, consciente de que cualquier imagen sobreactuada podía ser interpretada como una provocación. Durante unos segundos, sin embargo, varios futbolistas se agruparon en el círculo central para festejar el título con abrazos, cánticos y saltos que, aunque breves, bastaron para encender la tensión.
En ese contexto se produjo un rifirrafe entre un provocador Gavi y Pere Milla que derivó en empujones e intercambio de palabras, justo antes de que se activaran los aspersores del estadio, empapando a varios jugadores del conjunto visitante. El gesto fue interpretado por parte del entorno blanquiazul como una forma de cortar en seco cualquier conato de provocación.
Lo cierto es que, aunque el club azulgranan logró festejar el campeonato sin mayores incidentes, el clima seguía siendo extremadamente sensible. Y más aún cuando, poco después del partido, Gerard Piqué volvió a encender la mecha desde las redes sociales con un escueto mensaje: “Quin plaer”. El exfutbolista repitió así su papel de agitador desde la distancia, reavivando el malestar de una afición que ya considera estas actitudes como una falta de respeto recurrente.
Quin plaer.
— Gerard Piqué (@3gerardpique) May 15, 2025
En cualquier caso, el dispositivo funcionó. No hubo invasiones, ni incidentes de gravedad más allá del lanzamiento de algunas botellas de plástico. El Espanyol evitó un nuevo espectáculo indeseado y la fiesta del Barça fue, al menos, más contenida.
¡El Barça es campeón de #LALIGAEASPORTS! #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/kM6Syrybdk
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) May 15, 2025