En una temporada donde la calculadora ha sido obligada compañera del espanyolismo, el superordenador de Opta se ha convertido en otro invitado habitual en las conversaciones entre pericos. Tras la disputa de la jornada 36, con solo dos partidos por delante, la máquina ha vuelto a hacer sus cuentas. Y aunque el susto sigue siendo mayúsculo, las predicciones dan motivos para creer en la salvación.
Según el último informe publicado por Opta, la inteligencia artificial que maneja su modelo predictivo sitúa al Espanyol con un 4,91% de probabilidades de bajar a Segunda División. O lo que es lo mismo: el equipo blanquiazul aún no está matemáticamente salvado, pero tiene más de un 95% de opciones de seguir en Primera. Todo esto, claro, si se cumple lo que vaticina la supercomputadora: para los que no estén muy familiarizados con este sistema, el modelo funciona así: combina datos del mercado de apuestas, los famosos Power Rankings de Opta y un porrón de simulaciones que se repiten miles de veces para estimar qué puede pasar en lo que queda de campeonato. Es decir, la IA no adivina el futuro, pero lo calcula en base a lo que ya ha ocurrido y al potencial de cada equipo.

Con los descensos de Valladolid y Las Palmas ya confirmados, el foco ahora se centra en saber quién ocupará la tercera plaza maldita. Y ahí, el Leganés es el que lo tiene más negro: un 84,53% de probabilidades de caer al pozo, según el modelo. Le sigue de lejos el Getafe con un 5,60%, el Alavés con un 4,96% y, justo detrás, el Espanyol con ese 4,91% ya mencionado.
Lo curioso es ver cómo ha ido cambiando estos días esa cifra en el caso perico. Antes de esta jornada, el superordenador le daba un 3,9% de opciones de bajar. Antes del derbi contra el Barça, era incluso más optimista: 3,76%. La derrota en Cornellà ante el Barça no ayudó a mejorar la proyección, pero al menos no la empeoró de forma grave.
Cuando la IA simula las dos jornadas restantes, le salen los siguientes números totales: el Leganés acabaría con 37,45 puntos, el Getafe con 41,39, el Alavés con 41,42 y el Espanyol, ligeramente por encima, con 41,78. Pequeñas diferencias que pueden marcar el destino de toda una temporada.
Aunque los algoritmos digan que hay muchas posibilidades de seguir, en el espanyolismo nadie se va a fiar hasta que el árbitro pite el final de la jornada 38. Porque ya nos conocemos. Aquí, hasta que no se certifica todo, no se celebra nada.
