Marash Kumbulla no estará disponible para el Espanyol en el último encuentro de la temporada en el RCDE Stadium. El central albanés vio ante Osasuna su quinta cartulina amarilla del ciclo y deberá cumplir un partido de sanción, por lo que se perderá el duelo ante la UD Las Palmas. Un contratiempo que independientemente de lo que haya en juego ante los anarios, puede tener una carga simbólica importante, ya que, salvo giro inesperado, podría haber disputado sus últimos minutos como jugador blanquiazul.
Cedido por la Roma el pasado verano, Kumbulla aterrizó en Barcelona con interrogantes en torno a su estado físico, su rendimiento y su adaptación al fútbol español. Sin embargo, ha sabido despejar todas las dudas con profesionalidad, regularidad y compromiso. Se ha consolidado como una pieza clave en el esquema defensivo del Espanyol y ha firmado una temporada notable, en la que ha demostrado carácter y solvencia.
El propio jugador ha reconocido en varias ocasiones sentirse cómodo en el club. En una reciente entrevista, no escondía su satisfacción por haber encontrado estabilidad: “He encontrado continuidad en el Espanyol. ¿Roma? Volveré en verano, luego ya veremos”, expresó con franqueza, dejando claro que su futuro aún está por definirse.
La incógnita ahora es doble. Por un lado, su ausencia frente a Las Palmas llega en un momento donde el Espanyol puede tener todavía mucho en juego, dependiendo de cómo llegue clasificado al último encuentro. Por otro, se abre el interrogante sobre una posible continuidad del defensa más allá de su cesión. Con Kumbulla fuera del último partido en casa, el Espanyol pierde no solo a un central fiable, sino a un futbolista que ha sabido ganarse el respeto del vestuario y de la afición.
