En el FC Barcelona no ha sentado nada bien la coincidencia horaria entre la final de la Champions League femenina y el partido Espanyol – Las Palmas, clave en la lucha por la permanencia en Primera división. Según ha informado el programa Què t’hi jugues de Cadena SER, desde la entidad azulgrana se ha trasladado su malestar por lo que consideran una falta de sensibilidad hacia su equipo femenino, que disputará la final europea este sábado 25 de mayo a las 18:00 horas, frente al Arsenal. Solo media hora después, a las 18:30 horas, el Espanyol se jugará la salvación ante una UD Las Palmas ya descendida.
La crítica del Barça gira en torno al escaso margen de protagonismo que entienden se le concede a su equipo, al coincidir su gran cita internacional con partidos de máxima tensión en el fútbol español. Se apunta también a la falta de una protección horaria similar a la que sí se establece para la final masculina, blindada cada año mediante un acuerdo entre UEFA y las federaciones nacionales.
Sin embargo, en este caso concreto, conviene contextualizar. El Espanyol – Las Palmas es mucho más que un partido de cierre de jornada. Se trata de una auténtica final por la permanencia en la máxima categoría, con todo lo que eso implica a nivel deportivo, económico e institucional. LaLiga ha considerado oportuno ubicar este encuentro en horario principal de sábado por su relevancia, como también lo ha hecho con el Leganés – Valladolid, donde hay igualmente mucho en juego. En este tipo de jornadas, el protagonismo se reparte en función de la trascendencia competitiva.
Además, tal y como recordó la propia LaLiga, en el caso de la final femenina no existe acuerdo alguno con UEFA que impida fijar partidos en la misma franja horaria. No es una excepción de este año: ha ocurrido en varias de las últimas finales que ha disputado el Barça femenino. Por tanto, las reglas son conocidas por todos desde hace tiempo.
Se entiende que el FC Barcelona desee el mayor foco posible para un equipo que ha hecho historia en el fútbol europeo. Pero lo que se juega el Espanyol este sábado —ni más ni menos que su continuidad en Primera— también merece atención. Y en cualquier caso, no corresponde al club azulgrana decidir cuándo debe jugar su eterno rival. Bastaría con respetar que cada entidad tiene sus propios desafíos, y que en este tramo final de temporada, todos compiten por algo.
La coincidencia horaria es, sencillamente, parte de una agenda deportiva saturada. Nada más. Y nada que deba empañar el mérito del Barça femenino, que buscará en Bilbao su cuarto título continental. Pero de ahí a señalar al calendario del Espanyol como un agravio, hay un paso.
