El Real Madrid tiene deberes. Ayer por la tarde, tanto el club como Luka Modric anunciaron la noticia que el madridismo no quería escuchar. El croata dice adiós al equipo de su vida después de 13 años como madridista. A sus 39 años, Modric abandonará la disciplina blanca a la conclusión del Mundial de Clubes. Ese será su último servicio al club que tantas y tantas alegrías le ha dado a lo largo de más de una década. Pero cuando una etapa se acaba, otra comienza. Ahora el Real Madrid mira al futuro, y si ya estaba huérfano con la retirada de Toni Kroos el año pasado, la marcha de Luka acentúa la necesidad de reforzar el centro del campo con jugadores de buen pie y capaces de dirigir el juego del conjunto merengue. La búsqueda de un nuevo centrocampista ha comenzado y hay varios nombres encima de la mesa.
Nico Paz, la opción más viable
Una incorporación asequible tanto en las formas como en el precio. El argentino, que dejó la disciplina merengue el pasado verano para recalar en el Como italiano ha dado un gran salto a lo largo de estos últimos 12 meses hasta adquirir otra dimensión como jugador. Mucho más maduro, Nico ha sido una de las grandes sensaciones de Europa en la 2024/2025. Su retorno a ‘La Casa Blanca’ costaría tan solo 9 millones de euros, una cifra que el Real Madrid no tendría problema en abonar para repescar al centrocampista. Por parte del jugador, las cosas no están tan claras. Él quiere sentirse protagonista, necesita minutos de juego y no quiere regresar a Madrid para estar relegado al banquillo.
Vitinha y Enzo Fernández, prácticamente imposibles
Vítor Machado Ferreira ‘Vitinha’ y Enzo Fernández, de 25 y 24 años respectivamente, son dos opciones muy atractivas pero al mismo tiempo muy complejas de llevar a cabo.
El primero de ellos, internacional portugués milita en el Paris Saint Germain y tiene contrato hasta 2029, es decir, que salga del combinado francés antes de esa fecha parece una utopía. Vitinha es la manija de un PSG que está a un paso de firmar un triplete histórico. El de Santo Tirso encajaría a la perfección en el Real Madrid y sería una especie de hibrido entre Kroos y Modric, un gran pie para superar líneas combinado con una conducción sobresaliente. Su valor de mercado es de 60 millones de euros, pero el PSG no le dejaría salir de ninguna de las maneras.
Por otra parte, Enzo Fernández también gusta y mucho en el Real Madrid. Su polivalencia es muy valiosa ya que puede actuar tanto en la base de la jugada como pivote y también desempeñar funciones de interior. Es un centrocampista moderno capaz de hacer muchas cosas sobre el campo y hacerlas casi todas bien. La parte negativa de su fichaje es el altísimo precio que el Chelsea pide por su venta. Los blues se hicieron con sus servicios en enero de 2023 por nada más y nada menos que 120 millones de euros, por lo que no le dejarían escapar por una cifra muy inferior a esa. El Real Madrid no se plantea un desembolso de ese calibre.
Mastantuono, pura juventud
A sus 17 años ya es todo un líder en River Plate. El argentino, que cumple los 18 en agosto, está preparado para dar el salto a Europa, sin embargo, la titularidad en el Real Madrid quizás se le queda aún un poco grande y tendría que esperar su oportunidad desde el banquillo o salir cedido para curtirse. Se estima que el precio que los blancos tendrían que pagar por la perla argentina sería de alrededor de 40 millones. Un centrocampista con gran versatilidad y un enorme talento en el balón parado, pero que puede no ser lo que necesita el cuadro madridista en este momento: rendimiento inmediato.
Angelo Stiller, el desconocido
Quizás es el gran desconocido para el público general, pero a sus 24 años ya es uno de los mejores centrocampistas de la Bundesliga. Milita en el Stuttgart y cuenta con un valor de mercado de 38 millones de euros, un precio razonable.
Lo más interesante de este futbolista es que su estilo de juego es un calco al de Toni Kroos. Un fútbol muy parecido al del mítico ‘8’ blanco, con gran clarividencia con el balón para dar pases en corto y en largo, su posicionamiento en el césped le permite robar balones y encuentra con facilidad los espacios. Su hándicap, como ya ocurría con Kroos, es la velocidad.
