Apenas han pasado un par de días desde que el Espanyol se aseguró la permanencia con ese agónico triunfo en la última jornada ante Las Palmas, pero en los despachos de la entidad perica nadie se ha ido de vacaciones. De hecho, Fran Garagarza ya lleva días apretando el acelerador. Porque este verano no va a ser tranquilo. Ni mucho menos.
El director deportivo del Espanyol sabe que tiene por delante un mercado de fichajes que puede volver a ser decisivo para el futuro del club. Y aunque hay muchas dudas por despejar —como si habrá dinero para reforzar realmente al equipo o si, una vez más, habrá que tirar de cesiones y apuestas de bajo coste—, ya hay operaciones cerradas que demuestran que el trabajo está más avanzado de lo que parece.
Por ejemplo, el fichaje de Kike García. Según confirmó el periodista Matteo Moretto, el delantero firmó hace semanas con el Espanyol, pero la operación estaba supeditada a la permanencia en Primera. Salvado el match-ball de la última jornada, el ariete aterrizará gratis en Cornellà tras acabar contrato con el Alavés. A sus 35 años —cumple 36 en noviembre—, ha firmado una temporada notable con 15 goles y llega como ese tipo de perfil veterano y curtido que tanto valora Garagarza.
Pero no es el único movimiento. También está cerrado el fichaje de Miguel Rubio, central que termina contrato con el Granada. En su caso, la idea es que firme por tres temporadas, aunque su presencia en la plantilla del primer equipo no está garantizada. El club contempla la posibilidad de cederlo para que siga creciendo, sobre todo si se refuerza el eje de la defensa con alguien más contrastado. Todo dependerá del resto de incorporaciones y del presupuesto real que se pueda manejar.
Su fichaje, junto al de Marcos Fernández (procedente del Betis) y José Salinas (cedido en el Elche por el Eibar), forma parte de una planificación deportiva que se ha visto condicionada por la incógnita que acompañaba al desenlace de la competición.
Lo cierto es que Garagarza trabaja sobre un escenario complicado: 13 jugadores podrían salir entre cedidos que acaban contrato y futbolistas que finalizan vínculo este 30 de junio. Solo con eso ya tendría tarea de sobra. Pero, como viene siendo habitual en los últimos veranos, toca rehacer el bloque casi desde cero… y hacerlo sin grandes recursos.
Jugadores como Kumbulla, Král, Cheddira, Urko González de Zárate, Alejo Veliz, Carlos Romero o Roberto Fernández regresarán a sus clubes. Algunos, como Král o Roberto, tienen opción de compra —de 3 y 10 millones, respectivamente—, aunque ejecutarlas parece ahora mismo una quimera. A ello hay que sumar que Sergi Gómez, Brian Oliván y Álvaro Aguado acaban contrato.
A eso se le suma la incógnita del futuro de nombres importantes como Puado —que acaba contrato y podría marcharse buscando un proyecto más ambicioso—. Álvaro Tejero tenía prevista su renovación automática es este último, siempre que el equipo se quedara en Primera, como ha sido el caso, condición que también era indispensable para que el Lele Cabrera continuase.
Así están las cosas. Mucho que decidir, demasiadas incógnitas… pero al menos una certeza: Garagarza no está improvisando. No es poco en un club que, temporada tras temporada, vive al límite.




