El Espanyol cerró este miércoles la temporada con una imagen poco habitual pero muy necesaria: la del CEO del club, Mao Ye, compareciendo ante los medios junto a Fran Garagarza. Una rueda de prensa para hacer balance del curso, pero sobre todo para explicar por qué el club insiste en que, aunque el camino no ha sido fácil, hay proyecto, hay respaldo financiero… y, según sus palabras, también ambición.
“Haré un pequeño resumen del cierre de temporada, y una pequeña visión de la próxima”, empezó Mao, con su tono sereno y controlado de siempre. Y lo primero fue reconocer lo que ya todos sabíamos: “Ha sido la primera después del ascenso. Estamos limitados por la disminución del presupuesto y la bajada de ingresos, condición a la inversión que podíamos hacer en el primer equipo, pero con la continua aportación de capital de Rastar no hemos tenido que recurrir a la inversión externa”.
No es ningún secreto que el Espanyol ha tenido que apretarse el cinturón en este regreso a Primera, pero según Mao, el club ha logrado “seguir saneando” mientras cumplía el objetivo de la permanencia. Y eso, para él, ya es un éxito.
Uno de los puntos que más subrayó fue el buen pulso social del club: “Hemos hecho récord de venta de entradas”, recordó, y también quiso destacar “el buen número de socios y de media de asistencia al estadio este curso”. Pese a la travesía complicada, el espanyolismo ha estado ahí.
En el plano económico, Mao Ye dejó claro que hay margen de mejora pero también límites: “El ejercicio fiscal y financiero cierra a 30 de junio, entonces se podrán dar cifras más exactas”. Hasta entonces, todo son estimaciones, pero la idea es clara: “Queremos un incremento de ingresos de manera sostenida. Todo esto revierte en el proyecto. Trabajaremos para tener el mayor presupuesto para la plantilla buscando el máximo rendimiento con el máximo presupuesto que consigamos”.
La clave, según explicó, está en la ampliación de capital: “Es una de las medidas que nos ayudará, además de seguir trabajando en obtener más ingresos ordinarios”. Y detalló que este movimiento “nos ayudará a salir de estar en negativo en límite salarial. Una vez normalizado, habrá más margen de maniobra”.
Mao fue sincero al admitir que no va a ser un verano de derroche: “Sabemos que serán temporadas difíciles, todos los clubes padecen, la competencia no bajará pero hemos de hacer un esfuerzo para padecer menos”. Y a la pregunta de si el dinero de posibles ventas se reinvertirá en fichajes, la respuesta fue clara: “Si generamos límite es para poderlo disponer, lo que hemos hecho siempre”.
Consciente de que Manolo González y Garagarza han pedido un paso adelante a nivel de inversión. Y aunque no quiso prometer cifras concretas, aseguró: “La ampliación de capital es un paso significativo, el club siempre dará un paso adelante dentro de sus posibilidades, pero no queremos hipotecar el futuro. Estamos en condiciones de hacerlo”.
Eso sí, cuando se le preguntó si eso implica meter 4, 5 o 6 millones en fichajes, vino la clase de finanzas: “Aquí hay confusiones conceptuales financieras. Si hacemos esa conversión de deuda en capital social es porque ya se ha invertido dinero. Ese dinero ya ha llegado, sin esos millones no se habrían pagado nóminas. Eso es conversión de deuda en capital”. Y defendió la estrategia del último mercado: “Apostamos la pasada temporada por jugadores de mayor calidad cedidos para salvarnos, esta temporada pensamos en crear valor para el futuro”.
De cara al futuro, no esquivó la gran pregunta: ¿Dónde espera ver al Espanyol en cinco años? “Es como preguntarme cuál es mi deseo. Todo pasa por quedarte en Primera, de entrada queremos quedarnos por el resto de nuestra vida y en base a ello ir construyendo, paso a paso”.
Sobre el estado actual del club en cuanto a normativa, confirmó que “estamos en la regla 1:1”, lo cual permitirá más flexibilidad a la hora de configurar la plantilla.
Preguntado por si un buen inicio de temporada puede mejorar el clima social o la percepción de su figura o la de Chen, fue prudente: “Tengo esperanza que si de aquí 5 años mejora la gente estará más contenta. En un partido no se arregla nada, y no sé si se puede trasladar a un solo partido”.
Y sí, tocó hablar de Chen Yansheng. Mao defendió al presidente ante las críticas por su falta de visibilidad e implicación: “Entiendo la sensación, es la primera vez que el club no cuenta con un presidente local y se ha de aceptar que no lo veas aquí, ni apareciendo cada partido. Pero distanciado en la gestión de ninguna manera, llamamos cada día, hay reuniones, es un presidente que entra en los detalles de todas las decisiones que tomamos en la gestión”.
Sobre si volverá a Barcelona o se dirigirá a la afición, Mao lanzó un deseo: “Trabajaremos con él a ver si próximamente, para el inicio de temporada o la junta, le encaja agenda y puede estar unos días con nosotros”.
Y en cuanto a los rumores de venta, cerró filas: “El foco está en la gestión y seguir apostando por el crecimiento del club. Lo que se ha hecho en las tres últimas ampliaciones es porque hacía falta y el presidente ha aportado liquidez para no endeudar al club. En estos años se ha hecho una gran labor reduciendo la deuda a cero, haciéndose cargo y cubriendo las necesidades del día a día, con eso se demuestra el compromiso con la gestión del club”.
En resumen, Mao no prometió fichajes bomba ni grandes revoluciones. Pero sí quiso dejar claro que hay un plan, que el club está haciendo esfuerzos reales para crecer sin arriesgar su viabilidad, y que la prioridad, siempre, es seguir en Primera. Porque como él mismo dijo: “Hay que ganar partidos, pero también seguir creciendo”.