Carlos Ferrer fue el protagonista este miércoles en La Opinión del Día de La Grada Ràdio, donde repasó algunos de los temas más candentes del entorno perico. Su intervención, marcada por el tono crítico pero también por el profundo sentimiento hacia el RCD Espanyol, dejó varias reflexiones que merecen ser destacadas.
Ferrer comenzó con una alusión directa a uno de los debates habituales de la temporada: la cifra necesaria para lograr la permanencia. Y no lo hizo sin cierta ironía hacia Francesc Via: “Se acabó la Liga de los 42 puntos, yo ya lo predije en el mes de marzo, pero hay gente que sabe mucho de series de televisión pero no de fútbol y dijeron 39, pero yo no quise decir nada. Al final, el que sabe, sabe”.
Sin duda, el eje central de su intervención fue el futuro de Joan García. Ferrer se mostró rotundo ante los rumores que vinculan al portero del Espanyol con el FC Barcelona: “No habían pasado ni 12 horas desde la salvación que sale el barcelonismo sociológico a decir que estaba muy ilusionado con irse al Barça. Joan García no se irá al Barça”. Según su punto de vista, ni el jugador tiene intención de marcharse, ni el club azulgrana se encuentra en disposición económica de afrontar una operación de ese calibre. “Primero, porque no quiere, y segundo porque Joan Laporta no tiene ni de coña los 25 millones más IVA para poder pagar al Espanyol”.
En tono algo más distendido, Ferrer llegó incluso a recrear una hipotética conversación entre el presidente azulgrana y el director deportivo del Espanyol: “A lo mejor llama a Garagarza y le dice, ‘mira Fran, ¿sabes qué?, ahora tenemos por vender 357 palcos con jacuzzi, pádel y masaje para los días de partido’, que Garagarza le dirá, ‘te paso por WhatsApp el IBAN y me metes los 25 millones más IVA y todo tuyo, mientras tanto, no me marees ni vendas motos de esas que vendes tú por todo el mundo’”. Una imagen caricaturesca, pero que resume a la perfección la postura de buena parte del entorno perico: Joan García es intransferible a cualquier precio que no sea el estipulado en su cláusula.
Reflexionando sobre la sensación de inquietud entre la pericada por esa posibilidad de ver a Joan marchando a las filas del “enemigo, Carlos Ferrer también dejó espacio para el recuerdo, rememorando uno de los momentos que marcaron su infancia como seguidor del Espanyol: “La primera vez que lloré por un tema de fútbol fue cuando Urruti se fue al Barça, tenía 8 años y no lo entendía, pero es lo que hay”. Un testimonio sincero que ilustra cómo la historia de fichajes entre ambos clubes siempre ha tenido una carga emocional muy elevada para la afición blanquiazul.
Finalmente, hizo una reflexión sobre la portería perica, subrayando la importancia de confiar en el talento de la casa: “De los cuatro mejores porteros que ha tenido el Espanyol en la época Cornellà, que para mí son Diego López, Joan García, Kiko Casilla y Pau López, tres eran de la casa. No fichemos cosas raras”. Ferrer incluso apeló al criterio de Thomas N’Kono para justificar su respaldo a Ángel Fortuño: “Si N’Kono, que habla poco, dice que Ángel Fortuño es un gran portero, confiemos en él”. Y concluyó con una advertencia envuelta en refranero popular: “En la portería del Espanyol, mejor tener a Fortuño que traer del extranjero a otro truño”.
Un discurso que, entre bromas y verdades, reafirma una idea clara: el Espanyol debe cuidar lo que tiene en casa y no dejarse llevar por cantos de sirena ni presiones externas.