El RCD Espanyol se encuentra en pleno proceso de configuración de su delantera de cara a la temporada 2025-26. En paralelo a la operación salida de Joan García, la dirección deportiva trabaja contrarreloj para cerrar movimientos clave en ataque. Quique Iglesias, en Esports COPE, ha puesto sobre la mesa los tres nombres propios que marcan la actualidad perica: Javi Puado, Kike García y Roberto Fernández. Tres perfiles diferentes, pero todos determinantes para el futuro inmediato del equipo.
Puado, renovación estratégica para liderar el proyecto
El caso más avanzado es el de Javi Puado. Tal y como adelantó La Grada Online, el delantero está a punto de rubricar su renovación, que lo convertirá en el jugador mejor pagado de la plantilla. El propio director deportivo, Fran Garagarza, fue muy claro en su última comparecencia: “Tenemos que trabajar a máximos”. El club entiende que Puado debe ser una de las caras visibles del nuevo proyecto: canterano, con rendimiento contrastado y comportamiento ejemplar, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Actualmente, el futbolista se encuentra de vacaciones en Italia, y se espera que la próxima semana se aceleren los trámites para formalizar el acuerdo y realizar una presentación a la altura del rol que se le asignará en el nuevo Espanyol.
Kike García, acuerdo cerrado a falta del último paso
El segundo nombre es el de Kike García. El Espanyol ya tiene cerradas las condiciones de su incorporación, según ha informado Esports COPE. El club le ha ofrecido un contrato de dos temporadas a razón de un millón de euros brutos por cada una, una cifra que mejora sustancialmente su anterior salario en el Deportivo Alavés. La excelente relación personal entre el delantero manchego y Garagarza ha sido clave para encauzar la operación, que se considera muy avanzada. Tan solo restan detalles relacionados con la situación familiar del jugador para que se concrete su incorporación.

Roberto Fernández, una prioridad con margen de maniobra limitado
La situación más delicada es la de Roberto Fernández. El atacante cedido por el Sporting de Braga ha sido definido por Garagarza como una “prioridad”, pero de momento no se ha formalizado una oferta que se aproxime a su cláusula de compra, fijada en 10 millones de euros hasta el 31 de mayo. A partir del 1 de junio, el precio se multiplicará hasta los 45 millones, una cifra que haría prácticamente inviable su fichaje.

El Espanyol cuenta con un principio de acuerdo con el jugador, que desea continuar en la disciplina blanquiazul, pero sin un paso adelante por parte del club a nivel económico, el riesgo de que otros equipos —con mayor capacidad financiera— entren en la puja es evidente. Además, la posible convocatoria de Roberto con la selección española Sub-21 para el próximo Europeo -está entre los elegidos para preparara ese torneo- no haría más que encarecer aún más su salida.
Ante este escenario, el Espanyol valora una nueva cesión, pero no parte en una posición de ventaja. Otros clubes podrían ofrecer mejores condiciones al Sporting de Braga, incluyendo cláusulas de recompra o futuras plusvalías. El tiempo, además, juega en contra: quedan menos de 48 horas para que expire el plazo fijado en la cláusula de compra.
El Espanyol afronta pues días decisivos en la configuración de su delantera. Mientras se da por segura la continuidad de Puado y se ultima el fichaje de Kike García, la operación Roberto Fernández amenaza con escaparse si no se produce una reacción firme por parte de la entidad. El discurso institucional transmite intención, pero el mercado exige hechos. Y el margen, cada vez, es más estrecho.
