La historia de Roberto Fernández con el Espanyol tiene tintes de culebrón veraniego. Un jugador que llegó sin hacer ruido, que fue ganándose el sitio poco a poco… y que acabó la temporada como una de las revelaciones de LaLiga. Ahora, el club blanquiazul se enfrenta a un reto de los que quitan el sueño: intentar retenerlo. Y no va a ser nada fácil.
La opción de compra que tenía el Espanyol —unos 10 millones de euros— expiró el 31 de mayo, y no se ejecutó. Demasiado alta para las arcas del club en el momento actual. Aun así, desde los despachos de Cornellà no tiran la toalla. Según la información de Ángel García, el Sporting de Braga, propietario de los derechos del delantero, ha rebajado sus pretensiones hasta los 8 millones, una cifra más realista que los 45 que marca su cláusula.
Fran Garagarza y su equipo no quieren renunciar a uno de los grandes activos del último tramo de la temporada. Roberto ha demostrado gol, energía, compromiso… y eso no se encuentra fácil ni barato en el mercado. El Espanyol, consciente de sus limitaciones, ha puesto sobre la mesa una oferta de 4 millones de euros, acompañada de una fórmula que puede resultar interesante: un porcentaje de una futura venta. Es decir, el Braga podría sacar tajada más adelante si el jugador sigue creciendo.
🚨🆕 #SCBraga 🇪🇸 #TransferNews
Real Sociedad, Villareal and Real Betis is eyeing Roberto Fernández!🫵 The 22-year-old forward has impressed at Espanyol on loan from Sporting de Braga.
💰 Talks have been held in Sevilla, and Braga values him at €10M. pic.twitter.com/cS4OB8pfyK
— Ekrem KONUR (@Ekremkonur) June 2, 2025
Pero claro, aquí nadie está solo. El nombre de Roberto ya circula por varias agendas. El Betis ha sido el último en sumarse a la carrera, y tampoco hay que perder de vista a equipos como el Valencia, el Villarreal, la Real Sociedad o un par de clubes italianos que ya han preguntado por él. Además, su reciente convocatoria con la selección sub-21 no hace más que reforzar la sensación de que estamos ante un delantero en plena ebullición.
Mientras tanto, el Espanyol juega sus cartas con inteligencia y paciencia. El futbolista, que se ha adaptado bien al club y al vestuario, vería con buenos ojos seguir en Cornellà. Pero su futuro no depende solo de su voluntad. Las negociaciones están abiertas, y la sensación es que todo puede cambiar de un día para otro.
Lo que está claro es que Roberto Fernández no va a esperar eternamente. Si el Espanyol quiere seguir contando con él, tendrá que moverse rápido… y afinar al máximo. Porque cuanto más se retrase la operación, más difícil será competir con los que tienen más músculo económico.


