El fichaje de Joan García por el FC Barcelona estaría ya prácticamente cerrado. Tal como informa Sport, el club azulgrana tiene previsto abonar este martes la cláusula de rescisión del guardameta del Espanyol, que asciende a 25 millones de euros más IPC. El acuerdo entre las dos partes es total y los contratos ya están redactados y revisados desde el pasado viernes. Solo falta el trámite del pago para hacerlo oficial.
Según el entorno culé, Joan ha pedido expresamente que todo se resuelva cuanto antes. No quiere que esta situación se alargue más de lo necesario ni alimentar el ruido mediático que se ha generado desde que se conoció el interés del Barça. Es consciente de que su marcha ha dolido en el espanyolismo, y por eso también se estaría preparando un comunicado de despedida que se publicará cuando el fichaje sea oficial. Así lo recoge Sport: es muy probable que se pronuncie en ese momento para cerrar esta etapa de forma pública.
Durante estos días, según las mismas fuentes, Joan ha optado por alejarse del foco y pasar tiempo con los suyos, tratando de mantenerse al margen de la polémica. Sabe que hay enfado entre muchos pericos, pero considera que ha tomado la mejor decisión posible a nivel deportivo y económico. Desde el entorno azulgrana insisten en que lo han convencido con un proyecto que lo sitúa como una apuesta real de futuro para la portería del Camp Nou.
La reacción del Espanyol sigue siendo el gran ausente en todo este proceso. Mientras en Barcelona se ultiman los detalles y el jugador trabaja en cómo despedirse de la afición, en el club no ha habido aún un pronunciamiento oficial. Ni para confirmar la situación, ni para acompañar emocionalmente a una afición que ve cómo uno de los referentes del último curso cambia de bando por la vía más dolorosa: la cláusula. La situación debe cambiar hoy, en que si nada cambia habrá pronunciamiento desde las altas esferas blanquiazules.
La operación, salvo sorpresa, se concretará en breve. Joan se irá. Y cuando lo haga, quedará por ver cómo articula su mensaje final, y si logra que al menos una parte de la afición entienda una decisión que, más allá de lo que cada uno opine, ya está tomada.
Ter Stegen, en la rampa de salida
Pero el movimiento de Joan no se entiende solo desde el lado perico. En clave Barça, su llegada abre un nuevo escenario en la portería, y el club azulgrana intenta evitar una patata caliente que generaría una gran tensión en el vestuario. Según Sport, el club planea negociar con Marc-André ter Stegen para facilitar su salida. La idea es ofrecerle el pago del año de contrato que le queda para que acepte la carta de libertad y pueda buscar un nuevo destino sin necesidad de traspaso. Una operación que permitiría al Barça liberar masa salarial y facilitar la inscripción de Joan García y Wojciech Szczęsny, cuya renovación también está avanzada.
El club considera que la combinación de la juventud de Joan y la experiencia de Szczęsny ofrecen garantías suficientes. Pero la salida de Ter Stegen no será sencilla: el alemán no tiene intención de marcharse y lo ha dejado claro en declaraciones recientes. “Sé que estaré en el Barça el año que viene. Nadie ha hablado conmigo”, afirmó públicamente, insistiendo en que se ve preparado para seguir compitiendo en el club.
La clave: el Fair Play financiero y las maniobras económicas del Barça
Más allá del plano deportivo, el fichaje de Joan también está condicionado por los equilibrios financieros que exige LaLiga. Según Crónica Global, el Barça aún no se encuentra bajo la norma 1:1, lo que implica que por cada euro que gasta necesita ingresar aproximadamente 1,7. Esto no impide que pueda fichar, pero sí complica la inscripción de jugadores, por lo que la dirección deportiva se ha movido para generar margen salarial.
Una de las vías es la operación con los 475 asientos VIP del futuro Camp Nou, que podrían suponer 100 millones de euros si son validados por la auditora Crowe. A eso se suman ingresos por ventas ya efectuadas, como la de Jean-Clair Todibo al West Ham (de la cual el Barça recibe 8 millones) o Álex Valle al Como (6 millones, en dos plazos). Además, el club azulgrana espera obtener beneficios de futuras ventas de jugadores por los que aún conserva porcentajes, como Mingueza, Jutglà, Trincão o Abde.
Crónica Global detalla que solo con estas operaciones, el Barça ya ha recaudado 67,5 millones de euros en lo que va de año, y aún espera cerrar cesiones o rescindir contratos elevados como el de Lenglet o incluso Ansu Fati. De este modo, podrían generar el margen suficiente para pagar y registrar el contrato de Joan García sin necesidad de acudir a la nueva excepción que permite LaLiga —la cual solo se puede usar una vez por temporada para inscribir a tres jugadores, uno de ellos con traspaso—.