El Espanyol sigue trabajando en silencio en un mercado de fichajes que se presenta largo, complejo y en el que habrá que hilar muy fino. En ese contexto, hay nombres que no aparecen por casualidad. Uno de ellos es el de Raúl Moro. El extremo de Abrera, que actualmente se encuentra concentrado con la selección Sub–21 para disputar el Europeo de Eslovaquia, ha despertado el interés del club blanquiazul.
Según avanzó El 1900, el Espanyol ha iniciado contactos para conocer la situación de Moro, que de hecho desde abril pasado suena en los corrillos como posible objetivo perico. No se habría producido todavía una negociación formal, pero sí se habría preguntado por su disponibilidad y su encaje en la planificación deportiva. El interés es firme. Y no es casual: Raúl viene de firmar su temporada más sólida en la élite, con 33 partidos en el Real Valladolid en los que generó nueve goles —cuatro tantos y cinco asistencias—, y ha demostrado que está preparado para dar un paso más.
A sus 22 años, y con contrato hasta 2028 con el Pucela, no sería una operación sencilla. De hecho, el Ajax ya ofreció 10 millones por él en el pasado mercado de invierno y sigue pendiente de sus movimientos. También Osasuna y Mallorca han mostrado interés, como reconoció el propio jugador: “Osasuna y algún otro equipo, pero nada firmado. Todo se decidirá en agosto”, declaró a Mundo Deportivo.
En el caso del Espanyol, hay un componente añadido: Raúl Moro conoce el club, se formó en su fútbol base y dejó huella en su etapa en ‘La 21’. Moro inició su carrera en el Manresa, donde jugó hasta 2017, cuando se marchó al Fútbol Base perico con 14 años. Doce meses después fichó por el Barça, y con 16 se convirtió en un traspaso récord para la cantera culé. La Lazio italiana pagó seis millones de euros por el chico. Brilló en el filial y llegó a debutar con el primer equipo, aunque falto de confianza por parte de los técnicos encadenó dos cesiones, en la Ternana italiana y en el Real Oviedo, de Segunda división española. Su buen rendimiento le sirvió para llegar al Real Valladolid. Recuperar talento con pasado blanquiazul es una línea de actuación que la dirección deportiva no descarta, sobre todo si encaja en el perfil que busca Manolo González: juventud, desborde, hambre competitiva y proyección.
Por ahora, el Espanyol se ha limitado a sondear por un hombre que no sería llegado el caso un objetivo fácil, y si el Europeo le pone aún más en el escaparate, la operación se complicará aún más.
