Salvo giro inesperado de última hora, esta será la semana en la que se consumará la salida de Joan García del RCD Espanyol. Según diversas fuentes, el FC Barcelona tiene previsto abonar este martes —mañana— la cláusula de rescisión del guardameta blanquiazul, valorada en 25 millones de euros más el IPC. Si se cumplen los plazos, Joan dejará oficialmente de ser jugador del Espanyol en cuestión de horas. Y no será por una negociación: será por una decisión unilateral y legalmente blindada.
El club blanquiazul ya ha asumido internamente que no puede hacer nada para retenerle, más allá de exigir lo firmado. Así lo dejó claro este domingo el CEO del Espanyol, Mao Ye, en su intervención en el Aplec de Penyes: “No tenemos intención de negociar la cláusula. Ni con el Barça ni con nadie”. En otras palabras: si el dinero llega a través del mecanismo legal que marca el contrato, el jugador quedará automáticamente desvinculado del club.
Mao no esquivó la situación, pero tampoco quiso darle más protagonismo del necesario. “Ha habido mucho ruido, pero ruido solo. No ha pasado nada”, zanjó. Insistió, además, en que “no ha habido ningún contacto oficial ni por parte de ningún club ni del jugador” durante la última semana, aunque la hoja de ruta marcada por el Barça y el entorno de Joan apuntan directamente a este martes como día clave para activar la cláusula.
Ter Stegen se niega a salir y plantará batalla
Si se confirma el pago, Joan García no será presentado de forma inmediata como nuevo jugador azulgrana. Según Mundo Deportivo, el Barça espera inscribir al portero a partir del 1 de julio, por lo que su presentación oficial tendrá lugar ya dentro del nuevo ejercicio económico. No obstante, el acuerdo con el futbolista es total, y el club culé lo considera una apuesta estratégica. Tanto Hansi Flick como la dirección deportiva le ven como portero titular, por delante de un Ter Stegen que, a día de hoy, se niega a salir y se prepara, incluso, para una batalla contractual con la entidad que preside Joan Laporta.

Una situación explosiva que amenaza con convertir la llegada de Joan en un foco mediático aún mayor. El alemán no contempla su marcha, no está dispuesto a perdonar un solo euro de su contrato —vigente hasta 2028— y ha regresado a Barcelona para pedir explicaciones. El club, mientras tanto, lo tiene claro: Joan García es el futuro, y el presente también.
El Espanyol, firme hasta el final si hacemos caso a Mao ye
En Cornellà-El Prat no hay margen para la negociación. El club se ha mantenido en silencio durante semanas, pero en La Roca del Vallès alzó la voz con claridad: no habrá rebajas, no habrá traspaso pactado. “Estamos para velar por los valores del club, por nuestra identidad, por nuestro orgullo”, afirmó Mao Ye. Y aunque el desenlace es ya casi inevitable, el Espanyol quiere cerrar esta etapa sin renunciar a sus principios.

La afición, por su parte, sigue esperando una despedida a la altura de lo que Joan ha significado esta temporada. Por ahora, solo hay silencio. El portero ha optado por no pronunciarse públicamente, ni siquiera tras los elogios recibidos por parte de Unai Simón o de figuras del fútbol español que han defendido su derecho a decidir.
El final está escrito, y esta semana debería ser clave para que se haga oficial. Joan García está ya a un paso de marcharse al eterno rival.
