En La Opinión del Día de este lunes en La Grada Ràdio, César Santos se desmarcó del «temita» que lleva días en boca de todos —y que él, con buen criterio, prefirió no mencionar hasta dejar al final un titular demoledor— para enfocar su crítica en algo que afecta directamente a miles de pericos: la campaña de abonos del Espanyol para la próxima temporada.
“Yo hoy no os quiero hablar del temita, que ya sabemos cómo acabará y no vale la pena dedicarle más tiempo”, soltó nada más empezar, dejando claro que el foco de su intervención iba por otros derroteros. Y vaya si lo hizo. Con el estilo claro y directo que le caracteriza, lanzó una crítica sin rodeos a la política del club en materia de socios.
La primera en la frente: la ausencia de recompensas por fidelidad. “Vale que se mantengan los precios, pero que no haya ningún descuento por fidelidad, la gente que ha ido a 15 partidos o más en una temporada tan dura, me parece bastante triste”. César Santos no pidió nada del otro mundo, solo un mínimo gesto hacia quienes, pese a todo, han seguido al equipo en uno de los años más complicados que se recuerdan.
Y no se quedó ahí. Puso el acento también en la supresión de la entrada gratuita para acompañantes que antes incluía el abono: “Era un imán para hacer nuevos pericos, una forma de atraer más gente al campo de manera gratuita, una manera de que los pericos fuésemos acompañados con gente diferente a la habitual, es una pena perder esa ventaja”. Un apunte muy válido en un momento en que el club debería apostar por sumar y no restar pericos.
Pero la crítica más rotunda llegó cuando habló de su experiencia personal: “Yo personalmente, mi familia nos dejamos 800 euros en tres carnets, y no es ya que no te den casi ni las gracias, es que no te dan ni una bufandita, una gorrita, un pin, una camiseta de vestir, no te hacen ningún regalo”. Santos puso voz a una sensación compartida por muchos: la de darlo todo por el club y no recibir apenas nada a cambio. Ni un mísero detalle simbólico.
Para rematar, soltó una frase que resume a la perfección su intervención: “El club nos pone más palos en las ruedas a sus aficionados que al Barça para fichar a sus estrellas, parece”. Una forma cruda pero muy gráfica de expresar su hartazgo. Y es que, cuando el amor por unos colores se mantiene firme pese a los disgustos, lo mínimo que se espera es un poco de mimo. César lo dijo claro y alto. Ahora toca ver si desde los despachos del RCDE Stadium toman nota. Porque si el Espanyol quiere crecer, el primer paso es cuidar mejor a los que ya están.