La tertulia de este jueves en La Grada Ràdio ha venido cargada de contenido de fondo. De ese que va más allá de lo deportivo y se mete de lleno en el corazón del club: las cuentas, el modelo de gestión, la ampliación de capital y el futuro institucional del Espanyol. Sobre la mesa, temas importantes y voces autorizadas. Esta vez han participado Javier Osorio, Laura Gràcia, Alberto Capilla y Carlos Bosch, presidente de APMAE, que ha ofrecido una radiografía clara y directa de la situación económica del club.
Carlos Bosch ha explicado que “ante la Junta General de Accionistas del día 27 se aprobará la ampliación de capital”, y ha detallado cómo se articulará este movimiento clave: “Rastar decide no cobrar las deudas, y a cambio recibe acciones”. En total, unos 36 millones de euros convertidos, más tres en intereses. La consecuencia directa: “Se equilibrará la situación patrimonial del club porque ya no deberá dinero. La situación es mucho más sólida”.
A este paso, se suma el efecto directo de la venta de Joan García, que ha permitido una entrada importante de ingresos. “Con la venta de Joan, los números comienzan a reflejar que el club está saneado. Los fondos propios están subiendo significativamente”, ha afirmado Bosch. Y eso, en sus palabras, convierte al Espanyol en “un club más atractivo para posibles compradores”.
Otro punto relevante ha sido el límite salarial. Según Bosch, “se ampliará significativamente”, lo que da margen para confeccionar una plantilla de garantías. De hecho, ha puesto cifras: “El club tendrá unos 48 millones para invertir en salarios y amortizaciones. El presupuesto ha de permitir hacer un proyecto de garantías para quedar al menos en la posición de este año”. Su objetivo es claro: “Que no pase lo de este año, salvarse en la última jornada”.
En ese contexto, Bosch ha defendido una “política de tercios” respecto a los beneficios de la venta de Joan García al FC Barcelona: una parte para reforzar el equipo, otra para guardar por si se necesita en invierno, y el resto para que Rastar recupere parte de su inversión. “Han arriesgado mucho porque todo quedaba a expensas de lo que pasase en el último partido”, ha recordado. Y ha añadido que ahora, con un proyecto más saneado, el mercado puede ser más ilusionante que el del pasado verano.
Javier Osorio, por su parte, ha respondido con un planteamiento más ligado al fútbol y menos al Excel: “Los números son perfectos, pero esto es un club de fútbol. Y lo de los tercios está bien para una empresa normal, pero en un club la mitad debería estar en el campo”. Una reflexión que ha conectado rápidamente con buena parte del sentir perico.
El propio Bosch ha reconocido los errores de gestión de los últimos años. “Los dos grandes debes de Rastar han sido la gestión directiva y la falta de un modelo”, ha apuntado. ¿Qué haría falta? Lo tiene claro: “Cantera, veteranos comprometidos y continuidad con los proyectos”.
Además, ha insistido en que desde APMAE no están solo para opinar: “Queremos que haya otra ampliación de capital abierta a socios, accionistas y terceros inversores, que podría ser de unos 20 millones de euros”. El objetivo no es solo económico: “Pensamos que hay que invertir en la hierba. Ahora se ha hecho una compensación de deuda, pero ¿por qué no hacer una ampliación para crecer sobre el campo?**”, se ha preguntado.
Sobre el proceso de venta del club, Bosch ha confirmado que “todas las informaciones que están saliendo están pasando”. Ha hablado de movimientos, de nombres como Alan Pace, y de lo que no le convence de ese perfil: “Va a un modelo muy arriesgado basado en deuda, un modelo en el que entró apalancándose, y eso no me gusta”. Ha remarcado que hay interés, rumores, conversaciones y avances. Pero también ha matizado que no se sabrá hasta qué punto Rastar está realmente dispuesta a vender si no se alcanzan sus expectativas.
En todo caso, Bosch ha dejado claro cuál sería su modelo ideal: “Si pudiese entrarse en un proyecto en el que Rastar mantuviese parte del capital, otra parte fuese de socios y otra de inversores locales, sería muy interesante”. Y ha cerrado con una idea que resume bien el espíritu de APMAE: “Queremos comprar acciones para hacer crecer el club, no para mandar”.
Una tertulia, en definitiva, que ha radiografiado el momento institucional del Espanyol con precisión. Con dudas, sí, pero también con un mensaje: el club, por fin, parece tener una base sólida desde la que empezar a construir algo con sentido. Falta que las decisiones acompañen.