César Santos pasó este viernes por La opinión del día de La Grada Ràdio y lo hizo como siempre: directo, con tono irónico cuando toca, y dejando claro que no se deja llevar por euforias baratas. Aunque reconoció que el fichaje de Marko Dmitrovic es “correcto” y que ve al equipo avanzando con criterio en el mercado, también lanzó varios avisos al club: “Queda mucho por hacer”.
Sobre el nuevo portero serbio, César fue bastante claro: “Yo creo que es un fichaje correcto para la portería, un buen refuerzo”. Y añadió que, aunque una parte de la afición tenía a Leo Román como favorito, él no ve tantas diferencias: “Sé que mucha gente prefería a Leo Román, pero sinceramente no veo tanta diferencia entre uno y otro. Me gusta un pelo más el ibicenco, pero el serbio es un portero de garantías”.
Eso sí, puso los pies en el suelo recordando lo que se ha perdido: “Evidentemente tal vez no salva tantos partidos como Joan García, aunque ahora hace daño decirlo”. Aun así, defendió la trayectoria del nuevo guardameta: “Es un portero que ha rendido a buen nivel en Leganés, Sevilla y Eibar, por lo tanto confío que será un buen refuerzo”.
César también justificó la operación desde un punto de vista económico: “Entiendo que se ha priorizado a Dmitrovic porque podía llegar gratis y se pueden reforzar otras posiciones”. Y ahí es donde, según él, debe ir el foco ahora: “Sobre todo la defensa y el medio del campo, porque el ataque si se confirma la llegada de Roberto, la renovación de Puado y el fichaje de Kike García, lo tenemos bien apuntalado”.
Pero en defensa, pese al número de nombres, no lo ve claro: “En defensa sí tenemos muchos nombres diferentes pero me falta un central de garantías titular, me faltan laterales”. Y en el centro del campo, aunque hay efectivos, echa de menos algo distinto: “Falta un perfil creador tipo Urko, algún mediapunta para dar descanso a Edu Expósito… Quedan piezas”.
Con ese tono sarcástico tan suyo, remató el comentario con una pullita al traspaso más doloroso del verano: “Espero que se reinviertan los 25 millones que nos ha dado los enemigos por aquel jugador que teníamos el año pasado, que ahora mismo no recuerdo cómo se llamaba, no debía ser tan importante…”. Ironía fina, marca de la casa.
Santos cerró con un mensaje que resume el sentir de buena parte del espanyolismo: ilusión, pero sin confeti. “A seguir reforzando el equipo, que queda mucho trabajo por hacer”. Pues eso. La plantilla va tomando forma, pero la faena no ha terminado ni mucho menos.