No ha transcurrido aún un mes desde que el Espanyol cerrase la temporada 2024-25 con un trabajado empate ante la UD Las Palmas que selló la permanencia en Primera división. Sin embargo, en clave de planificación deportiva, el curso próximo ya está en marcha desde hace semanas. Y en este arranque de mercado, la figura de Fran Garagarza ha cobrado un protagonismo absoluto. El director deportivo del Espanyol está marcando perfil propio, ejecutando un plan que, lejos de improvisaciones, responde a una estrategia clara: reforzar el equipo sin gastar, de momento, ni un solo euro.
Hasta la fecha, el club ha anunciado cinco incorporaciones –todas a coste cero– y tiene una sexta, la de José Salinas, en la rampa de llegada. El lateral zurdo del Elche, de 24 años, también llegaría libre y encajaría en ese patrón que ha definido el inicio de este mercado: operaciones de bajo riesgo económico, pero no exentas de rendimiento.
Reforzar sin gastar: experiencia, juventud y fiabilidad
La política de Garagarza en este primer tramo del verano ha combinado juventud con veteranía contrastada. A los fichajes de hombres como Hugo Pérez (22 años), procedente del Villarreal B, y que está decidido salga cedido, Marcos Fernández (21), delantero del Betis B, y Miguel Rubio (27), que llega desde el Granada, se han sumado perfiles con amplia experiencia en Primera, como Marko Dmitrović (33) y, ahora, Kike García (35), cuyo fichaje se anunció este viernes.
El caso de Kike García es especialmente significativo. El delantero, que firmó su mejor temporada en la élite con 13 goles en Liga defendiendo los colores del Alavés, se une a un proyecto que necesita eficacia ofensiva tras las salidas de Veliz, Cheddira y de momento, Roberto Fernández. Garagarza lo conoce bien: lo tuvo a sus órdenes durante cinco años en el Eibar, donde el ariete conquense dejó una huella notable. Su llegada, por dos temporadas y libre de traspaso, encaja en esa apuesta por el conocimiento previo y la confianza mutua.
Del mismo modo, Dmitrović, también ex del Eibar y último en defender la portería del Leganés, ha sido el elegido para asumir el reto que supone reemplazar a Joan García. El meta serbio, sobrio y fiable, aporta veteranía y seguridad en una posición capital.
Un Espanyol que ya avanza… sin urgencias
Lo que diferencia este verano de los anteriores es que el Espanyol sí dispone esta vez de margen económico para afrontar operaciones más ambiciosas. La salida de Joan García al FC Barcelona, por 26,3 millones de euros, ha dotado al club de liquidez. Sin embargo, Garagarza ha optado por avanzar en la planificación sin precipitarse, cubriendo ya varias posiciones clave con incorporaciones que no comprometen las cuentas.
El plan contempla, eso sí, próximas operaciones en las que sí se invertirá dinero, especialmente cuando se resuelvan situaciones como la posible continuidad de Roberto Fernández, por quien el Braga pide una cifra elevada por el 50% de sus derechos. En paralelo, la esperada renovación de Javi Puado –capitán y símbolo del espanyolismo– se perfila como el gran objetivo a corto plazo.
Construcción medida y visión a largo plazo
Más allá de las incorporaciones inmediatas, el mensaje de fondo es claro: el Espanyol busca estabilidad, orden y continuidad. Garagarza ha dado prioridad a construir una base sólida, con perfiles que garantizan rendimiento desde el conocimiento y la experiencia, dejando margen para que la parte más ilusionante del mercado llegue más adelante. Además, se está reservando una parte del presupuesto para el mercado de invierno, donde el propio director deportivo ya demostró en la temporada anterior que sabe moverse incluso en escenarios adversos.
¿Un Eibar con escudo blanquiazul?
No faltan quienes apuntan que Garagarza está dando forma, en Cornellà, a una especie de “nuevo Eibar” con el escudo del Espanyol. Lo cierto es que, a día de hoy, esa influencia se refleja en los perfiles seleccionados: profesionales de confianza, con los que el director deportivo ha trabajado y en quienes cree plenamente.
Faltan muchas piezas por encajar, pero la dirección del proyecto ya se ha trazado. Y si algo queda claro en este arranque de verano, es que Garagarza ha tomado el timón con determinación. El Espanyol del próximo curso empieza a construirse desde la estabilidad.





