Marash Kumbulla vuelve a situarse en el foco informativo, aunque esta vez no por su rendimiento sobre el terreno de juego, sino por las urgencias económicas de su club de origen, la AS Roma. Según ha publicado Corriere dello Sport, el conjunto ‘giallorosso’ necesita ingresar cerca de 10 millones de euros en plusvalías antes del 30 de junio para cumplir con los compromisos pactados con la UEFA dentro de su plan de reestructuración financiera.
Esta situación ha obligado al nuevo director deportivo de la Roma, Ricky Massara, a centrarse más en los balances que en el mercado de fichajes. El periódico italiano detalla que “solo quedan seis días para la decisión del 30 de junio que, de alguna manera, determinará los acontecimientos futuros” del club romano. Una de las opciones sobre la mesa para cuadrar cuentas es la venta de jugadores con valor de mercado, y en ese grupo aparece el nombre de Marash Kumbulla.

El central albanés, que ha completado una excelente temporada cedido en el RCD Espanyol, figura en una lista interna de posibles transferencias que la Roma considera estratégicas para aliviar su situación financiera sin debilitar en exceso el proyecto deportivo. Sin embargo, el caso de Kumbulla es particularmente complejo. El club italiano pagó cerca de 26,5 millones de euros por él en 2020 y no contempla una venta a pérdida. Por tanto, no se valorarán propuestas que no generen un beneficio contable claro, algo que limita considerablemente las opciones de traspaso.
En este contexto, la opción del Espanyol aparece con matices. Desde el club blanquiazul se valora muy positivamente el rendimiento de Kumbulla durante su cesión, y existe la voluntad de retenerlo una temporada más. No obstante, la entidad catalana no está en disposición de acometer un fichaje a título definitivo por cifras cercanas a las que demanda la Roma. La intención sería negociar una nueva cesión, probablemente sin obligación de compra, que permita mantener al futbolista al menos un curso más en el RCDE Stadium.

La prioridad de la Roma, sin embargo, es generar plusvalías inmediatas antes del cierre del ejercicio económico. Y esto complica cualquier acuerdo que no implique una venta. Corriere dello Sport apunta que la Roma debe vender jugadores para embolsarse unos diez millones en plusvalías -no ingresos, ni liquidez-, y si no lo consigue, podría enfrentarse a sanciones por parte de la UEFA, que ya el pasado año evitó aplicar una multa de dos millones de euros. La reincidencia en los incumplimientos podría acarrear sanciones deportivas, como restricciones en las inscripciones europeas o incluso una exclusión temporal de competiciones continentales.
El futuro de Kumbulla dependerá en gran medida de las necesidades financieras de la Roma y de su capacidad para obtener ingresos con otros jugadores antes del 30 de junio. Mientras tanto, el Espanyol aguarda expectante. El club considera al central una pieza muy valiosa, pero su continuidad solo será posible si se dan unas condiciones económicas que encajen tanto en los planes del equipo italiano como en los márgenes presupuestarios del conjunto blanquiazul.
