Ander Mirambell participó este lunes en La opinión del día de La Grada Ràdio, y lo hizo con la serenidad de quien observa el escenario desde una posición reflexiva, pero también con la determinación de alguien que conoce bien los códigos del alto rendimiento. El ex deportista olímpico y confeso seguidor del RCD Espanyol ofreció un análisis preciso del momento actual del club, combinando las dimensiones institucional, deportiva y también la emocional.
“La semana es muy importante, un poco como la calma antes de la tempestad”, arrancó Mirambell, apuntando al contexto que vive la entidad perica. Y lo cierto es que la sensación de transición -de etapa que puede abrirse en cualquier momento- se percibe con claridad. “Creo que habrá bastantes movimientos. Institucionalmente, ya solo por la ampliación de capital, que es un paso importante que puede ser previo a la posible venta, veremos qué dicen los siguientes días”, añadió. No se trata solo de especulaciones: la hoja de ruta pasa, necesariamente, por resolver la situación accionarial y dar paso a una nueva fase que podría modificar muchas estructuras internas.
En el plano deportivo, el foco de Mirambell se centró en un aspecto a menudo infravalorado: la pretemporada. Para él, no es un simple periodo de preparación, sino un punto de inflexión que puede marcar el arranque de curso. “Una de las claves será cómo se enfoca la pretemporada, que para mí será determinante para comenzar con fuerza”, explicó, señalando que el mes de julio y los primeros compases de agosto “han de ser importantes”, ya que permiten coger impulso en un tramo del calendario donde otros clubes aún se están organizando o arrastran problemas físicos derivados de la preparación.
Mirambell, siempre pendiente de los matices, quiso destacar dos elementos que considera fundamentales para que el Espanyol pueda afrontar con garantías esta fase decisiva: el conocimiento que Manolo González tiene del grupo y la capacidad de reacción de la dirección deportiva. “Manolo conoce al equipo y sabe lo que necesita. Espero que Fran Garagarza trabaje mano a mano con él y le dé lo que le hace falta con el dinero que llega de Joan García”, remarcó, consciente de que el traspaso del guardameta puede convertirse en una vía de entrada de recursos para reforzar la plantilla.
La reflexión también incluyó una referencia a las prioridades que debe tener el club en este mercado: “Un punto determinante es decidir las prioridades”. No se trata de acumular incorporaciones, sino de acertar en posiciones clave para consolidar una base sólida. En ese sentido, Mirambell insistió en la importancia de construir desde la estabilidad y con una idea clara, sin improvisaciones de última hora.
Además, quiso subrayar un aspecto que conecta con la ilusión del aficionado: la renovación de Puado. “Va muy relacionada a la planilla y la presentación de jugadores, como la renovación de Javi Puado, que aún no ha sido anunciada, y creo que es importante para acelerar la ilusión entre la afición”, apuntó, dejando entrever que ese anuncio podría convertirse en una señal de identidad y compromiso en un verano de cambios profundos.
Mirambell cerró con un mensaje directo hacia los jugadores y el cuerpo técnico, recordando que no hay margen para distracciones: “Dentro de la reconstrucción, la base ha de estar clara y fuerte, así que los jugadores que aprovechen sus vacaciones, ya que cuando comience la temporada han de estar a tope”.
Una intervención completa, que pone sobre la mesa los principales retos del Espanyol en un momento estratégico. Mirambell, con su habitual claridad, ofreció una visión exigente pero constructiva, con la mirada puesta en lo esencial: consolidar un proyecto fiable desde el primer día de competición.