La Junta General Extraordinaria de Accionistas del RCD Espanyol celebrada este viernes se cerró con uno de los momentos más esperados por los socios asistentes: el apartado de ruegos y preguntas. Como suele ser habitual, fue en esta última parte del encuentro donde afloraron algunas de las cuestiones más sensibles para la masa social, en especial por parte de los pequeños y medianos accionistas, agrupados en la APMAE, que centraron sus intervenciones en temas de gran calado institucional y deportivo.
Una de las preguntas clave giró en torno a la reciente salida de Joan García al FC Barcelona y al destino del importe obtenido por su traspaso, cifrado en 26,34 millones de euros. Desde el club se insistió en que la operación estaba contemplada en los presupuestos de la temporada y que su impacto permitirá cerrar el ejercicio económico en positivo. Según explicó Mao Ye, “la venta beneficia en el límite salarial pero la inversión en plantilla no viene definida por una operación en concreto”. Unas declaraciones que, aunque dan una idea del marco general, dejan sin resolver del todo cuánto se destinará a refuerzos concretos para el primer equipo.
También se abordó una de las cuestiones que más expectación ha generado en las últimas semanas: la posible compraventa del club. Se preguntó directamente por el estado actual de las conversaciones con tres grupos inversores, entre ellos ALK Capital —propietario del Burnley y liderado por Alan Pace— y Eleven Five Capital. En este sentido, el CEO del club se mostró tajante al reiterar que “no damos explicaciones sobre rumores, y si se produce algún hecho relevante, la compañía hace la comunicación pública al mismo tiempo para todos; nadie puede tener información privilegiada”. Con este mensaje, el club reafirma su intención de mantener la máxima confidencialidad en un proceso delicado y todavía sin confirmación oficial.
El bloque de preguntas también incluyó cuestiones vinculadas al modelo deportivo y de gestión, y al estado de las infraestructuras. Mao Ye subrayó que se trabaja para “reforzar la apuesta por la cantera” y en “mejorar los accesos al estadio”. Sin embargo, descartó de forma rotunda cualquier posibilidad de ampliación de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, al señalar que no existen terrenos disponibles para ello. Aun así, aseguró que el club lleva años buscando espacios para levantar una segunda ciudad deportiva y que seguirán explorando esa posibilidad.
Tampoco faltaron referencias al ámbito de la seguridad, especialmente tras el atropello múltiple ocurrido el día del derbi frente al FC Barcelona. Desde el club se transmitió que se han trasladado quejas y exigencias a las administraciones competentes y que, pese a que ya se han aplicado algunas medidas para reforzar la seguridad, el Espanyol seguirá “haciendo un seguimiento para su cumplimiento”.
Respecto a la solicitud de una mayor presencia del director deportivo, Fran Garagarza, en momentos clave de la temporada, Mao defendió la actual política de comunicación del área deportiva, recordando que “la dirección deportiva da todas las explicaciones en las comparecencias públicas, como las posteriores a los mercados”.
Por último, el CEO del club quiso dejar claro que el Espanyol aspira a lograr una autosuficiencia financiera, reduciendo su dependencia de las ampliaciones de capital. “Consideramos que se está revirtiendo el círculo vicioso de pasar de cifras negativas a lograr beneficios, y esperamos que en los próximos años cada vez se note más ese cambio de rumbo”. En cuanto al plano deportivo, reafirmó que “estamos trabajando para que el rendimiento deportivo sea el mejor posible, por eso esta ampliación dota de recursos para competir de la mejor manera esta temporada”.
