Ayer, cuando buena parte del entorno perico centraba la atención en la posible renovación de Javi Puado —quien finalizaba contrato y desde hoy ya es jugador libre pese a seguir negociando con el club—, saltó la noticia de la rescisión del contrato de Fernando Pacheco, que dejó de ser oficialmente jugador del Espanyol.
Negociación cordial, pero sin rebajas
El guardameta extremeño tenía vínculo hasta 2026, pero su salida llevaba tiempo sobre la mesa. El director deportivo, Fran Garagarza, había mantenido negociaciones constantes con los agentes del jugador para buscar una salida pactada que rebajara el impacto económico. Sin embargo, y pese al buen tono mantenido en todo momento, los representantes de Pacheco defendieron firmemente los derechos firmados en su contrato.
Finalmente, el Espanyol no tuvo más opción que rescindir el contrato abonando prácticamente la totalidad del mismo, con la única excepción de algunos bonus globales ya percibidos esta temporada. Una situación similar a la vivida el pasado curso con la rescisión de Juan Carlos Lazo.
Una decisión contable de precisión quirúrgica
¿Por qué se produjo ayer, justo el 30 de junio? La respuesta está en el impacto contable. Al formalizarse la rescisión en esa fecha, la indemnización se imputa a la temporada 2024/25, y no a la actual. Esto, sumado al hecho de que el club opera dentro de la regla 1:1 del Límite de Coste de Plantilla (LDCP), permite al Espanyol utilizar el 100% del salario y amortización liberados para reforzarse este verano.
El ahorro es significativo: más de dos millones de euros, entre ficha y el año de amortización que quedaba por cubrir. Una cantidad superior a la que, en conjunto, suponen los actuales inquilinos de la portería: Dmitrovic y Fortuño, cuyas fichas no implican carga de amortización.
Fortuño se queda: apuesta deportiva y de cantera
La salida de Pacheco no solo libera margen económico, sino que tiene una lectura deportiva directa. Joan García ya no está, y la continuidad de Fortuño pasaba por esta operación. El joven guardameta, que valoraba una cesión si no cambiaba el panorama, podrá ahora quedarse y competir el puesto con Dmitrovic, como desea el cuerpo técnico. En el vestuario hay confianza plena en su nivel y proyección.
Un comunicado sin fórmula de despedida pública
Llamó la atención que, a diferencia de otros casos recientes, el club no incluyese en sus redes sociales un mensaje explícito de agradecimiento a Pacheco. Desde el departamento de comunicación se aclaró a este medio que el agradecimiento sí figuraba en el texto interno, y que la decisión de no destacarlo en redes respondía a criterios legales acordados entre las partes en el proceso de rescisión. No existió, según las mismas fuentes, ningún malentendido ni fricción en la salida.
