La contracrónica del Espanyol – Girona, por Juan José Caseiro:
Aún queda por hacer
Para una buena película, un buen reparto; para un buen concierto, una buena orquesta; para una buena cena, una buena compañía … y así podríamos seguir hasta algo más básico: para un buen equipo, unos buenos cuartos. Le tocará ponerlos a Alan Pace, estrella en el palco, aunque sea pretemporada. La necesidad de completar una plantilla con más elementos diferenciales es visible.
Se sumó Fortuño al notable de la línea defensiva donde Omar empieza a poner la cabeza donde otros no meten el pie. Visto bueno de Calero y Romero, siendo Cabrera el más destacado en lo que sabe hacer a la perfección: defender, despejar, cortar.
Con solo dos centrocampistas puros, partido para enviar a negro de Pol y Terrats, ruleta aparte. Igual que Roca, que solo saldrá en la foto del caño. Rubén, de marine en la banda se queda a medio camino.
Aunque buscó su espacio a Puado lo maniató Solís y Kike peleaba por salir del armario empotrado de David López para llegar a los centros.
Mezclaron bien varios de los cambios al cuarto de hora de la reanudación: los buenos centros de Salinas y Salazar, donde puso el penalti este chico, dieron brillo en el remate a Roberto, ya el 9, y Milla. Expósito fue el detonante de los mejores ratos con balón, alternados con las arrancadas de Jofre, pero es pretemporada y no hay extremo a estas alturas que alcance la velocidad del sonido. Hinojo hizo un corte que lo habría firmado el Lele. Rubio y Bauza, dieron refresco y Pablo Ramón, central para tiempo, andará rumiando porque tiró así su penalti.
El primer test con exigencia nos sitúa a medio camino de lo ya trabajado y lo pendiente. No es una novedad a estas alturas, más situados en trabajos de aprendizajes tácticos y esfuerzos físicos orientados a resultados lejanos. Tras un cambio de propiedad, solo cabe pensar que el nuevo comprador ha decidido revalorizar al equipo. Fichajes determinantes y trabajo a destajo. Quizá podría ser la fórmula que nos resuelva todas esas cosas que aún quedan por hacer.
Juan José Caseiro
