Marash Kumbulla ha regresado a la Roma tras completar una notable temporada cedido en el RCD Espanyol, donde disputó 35 partidos -33 como titular- y logró asentarse como una pieza clave en la zaga perica. Sin embargo, su situación en el conjunto romanista dista mucho de estar clara. Lo que debía ser una oportunidad para consolidarse en el primer equipo se está transformando, poco a poco, en un escenario que apunta más bien a una nueva salida.
Según ha publicado Il Tempo, el central albanés no encaja en la idea de juego del nuevo entrenador, Gian Piero Gasperini. El técnico, que acaba de iniciar su etapa en el banquillo romano tras su exitoso paso por el Atalanta, tiene perfiles muy concretos en mente para la línea defensiva, y Kumbulla, pese a su compromiso y experiencia, no figura entre sus prioridades. Como explica el citado medio, “el estilo de juego que busca Gasperini no parece adecuado para Kumbulla”.
Un mercado complejo, con poco margen
El contexto no ayuda. La Roma está cerca de cerrar la incorporación de Daniele Ghilardi, joven central del Hellas Verona, lo que limitaría aún más las opciones de continuidad para Kumbulla. A esto se suma un factor determinante en la ecuación: el club todavía debe amortizar en torno a siete millones de euros del traspaso del futbolista, lo que marca esa cifra como el mínimo exigido en caso de una posible venta.
No se trata, por tanto, de una salida sencilla. Cualquier club interesado deberá afrontar una operación económicamente relevante, en un mercado que, de momento, no se ha movido con firmeza por el defensa albanés. El jugador, por su parte, mantiene su deseo de convencer y quedarse, pero es consciente de la dificultad del escenario actual.
El Espanyol sigue atento, pero con otras prioridades
En el Espanyol, donde Kumbulla dejó una muy buena impresión tanto en el vestuario como en el cuerpo técnico, no han perdido de vista su situación. Sin embargo, a día de hoy, la posición de central no parece una de las urgencias del mercado, debido a la amplia nómina de efectivos que ya ocupan esa demarcación. La dirección deportiva que encabeza Fran Garagarza ha priorizado otros refuerzos más urgentes, especialmente en la zona del centro del campo.
Eso no significa que el nombre de Kumbulla esté descartado de forma definitiva. Si el mercado avanzase en una dirección que facilitase una nueva cesión o una operación viable desde el punto de vista económico, el Espanyol valoraría la posibilidad. Pero, por el momento, no parece que se den esas condiciones.
Entre la evaluación y la incertidumbre
Con este panorama, Kumbulla continúa ejercitándose en Trigoria, a la espera de una decisión definitiva. Gasperini sigue valorando opciones durante esta fase de pretemporada, aunque los indicios apuntan a que el defensa albanés no formará parte del núcleo estable del nuevo proyecto romanista.
La suya es una de esas situaciones recurrentes en el fútbol profesional: la del jugador que regresa de una cesión en buen estado de forma, pero que se encuentra con un cambio de rumbo en el club de origen. Sin haber cometido errores ni haber bajado el rendimiento, simplemente ha dejado de encajar. Y en este caso, como en tantos otros, el mercado dictará sentencia.
