Esta tarde, a las 19:00 horas, el Espanyol se mide al VfL Wolfsburg en el AOK Stadion, en el que será el primero de los dos partidos amistosos que el equipo de Manolo González disputará en tierras alemanas durante esta semana. Un nuevo paso en la puesta a punto del conjunto blanquiazul, que va subiendo la exigencia de sus compromisos veraniegos tras un inicio de pretemporada marcado por la mezcla de pruebas, rotaciones y automatismos por pulir.
El Espanyol busca consolidar sensaciones
El encuentro ante los ‘lobos’ será el cuarto de esta pretemporada para el Espanyol, tras enfrentarse al modesto Peralada en el estreno, disputar la final de la Copa Catalunya ante el Girona -que se escapó en los penaltis tras un empate sin goles- y vencer con autoridad al Southampton el pasado sábado en la Dani Jarque (2-1). Un triunfo que dejó buenas sensaciones en líneas generales, especialmente por la intensidad del equipo y por la aportación de jugadores como Javi Puado, que firmó un doblete.
Manolo González sigue ajustando piezas con la vista puesta en el debut liguero del próximo 17 de agosto ante el Atlético de Madrid. Aunque la carga de trabajo aún es alta y el equipo se encuentra en plena fase de rodaje, el técnico espera que sus jugadores den un paso más en lo competitivo. Estos partidos sirven para corregir cosas, pero también para empezar a mostrar personalidad y madurez como equipo.
El doble duelo ante Wolfsburg y Union Berlin, este último el sábado en el Stadion An der Alten Försterei, será una buena oportunidad para calibrar el nivel ante rivales de entidad y contextos diferentes a los habituales. El de hoy se jugará en un escenario: el AOK Stadion, con capacidad para 5.200 espectadores (1.700 sentados y 3.500 de pie), es el campo habitual del equipo femenino del Wolfsburgo y del filial masculino, y no el Volkswagen-Arena, sede habitual del club.
Un Wolfsburg en plena reconstrucción
El equipo alemán afronta este amistoso también como parte de un proceso de renovación. Tras una temporada decepcionante, en la que terminaron en la 11ª posición de la Bundesliga y sufrieron una larga racha sin ganar que les dejó fuera de la pelea por Europa, el club decidió dar un nuevo rumbo al proyecto. Ralph Hasenhüttl fue destituido en abril tras un final de Lifga con interinidad en el banquillo su lugar lo ha ocupado Paul Simonis, técnico neerlandés procedente del Go Ahead Eagles, que ha firmado hasta 2027.
Simonis tiene por delante el reto de reconstruir un equipo que hace apenas una década peleaba en Champions y que, tras varios vaivenes, busca recuperar competitividad. Para ello, han incorporado nombres interesantes como el delantero Mohamed Amoura (procedente del Union Saint-Gilloise), el centrocampista Vini Souza (Sheffield United), el central Denis Vavro (FC Copenhague) o Jesper Lindstrøm (cedido por el Nápoles), además de Aaron Zehnter, joven interior izquierdo fichado del SC Paderborn.
El club de la Autostadt, fundado oficialmente en 1945 pero con raíces anteriores ligadas a la fábrica de Volkswagen -propietaria del club desde 2007-, tiene una historia singular y una hinchada fiel. Campeones de la Bundesliga en 2009 con Felix Magath en el banquillo y un ataque inolvidable formado por Edin Džeko y Grafite, los ‘lobos’ han vivido desde entonces una montaña rusa de éxitos y decepciones.
Este miércoles, sin embargo, todo eso queda en segundo plano. En el AOK Stadion, dos equipos que quieren recuperar sensaciones se ven las caras con objetivos similares: crecer, probar cosas, y acercarse un poco más a lo que quieren ser cuando arranque lo serio en sus respectivos campeonatos.