El programa de este martes en La Grada Ràdio tuvo un punto de mira muy especial: Burnley. Y no por casualidad. Aprovechando que Francesc Via se había ido hasta Newcastle para cubrir el último amistoso del Espanyol, decidió desviarse unas horas para hacer escala en esta pequeña ciudad inglesa y conocer de cerca al otro equipo de Velocity, el grupo inversor de Alan Pace. El resultado fue un reportaje que nos metió de lleno en Turf Moor, estadio del Burnley, y en la forma en que allí ven a quien ahora también es el nuevo propietario del Espanyol.

Via estuvo en directo en el Burnley – Lazio, y no solo se empapó de fútbol inglés, sino que charló con seguidores locales para entender su visión sobre Pace. El resumen es claro: lo aprecian, y mucho. “Quieren mucho” al nuevo dueño del Espanyol, contaban algunos, y no es una frase hecha. Recuerdan que llegó en plena pandemia, cogiendo un club que pasaba apuros y, desde entonces, lo ha estabilizado, le ha dado visibilidad y ha optimizado recursos. Además, y aquí la comparación es inevitable, hablamos de un propietario al que le gusta pisar el césped, hablar con la gente y escuchar inquietudes, algo que en Cornellà no estábamos muy acostumbrados en los últimos años.

En Burnley también recalcan su lado más personal: Pace es cercano, afable y con un punto solidario muy marcado. Se involucra en la comunidad, aparece en los actos del club y transmite ambición para el proyecto. La sensación general es que, con él al mando, el Burnley no solo ha ganado estabilidad económica, sino también un sentido de pertenencia reforzado.
Sobre la compra del Espanyol, lo ven con naturalidad. Allí ya han visto de cerca lo que es estar dentro de un sistema multi-club y no se llevan las manos a la cabeza. De hecho, confían en que la relación entre Burnley y Espanyol se traduzca en beneficios para ambas partes: intercambio de ideas, posibles cesiones de jugadores y, quién sabe, un hermanamiento de aficiones. Les atrae especialmente la hinchada perica, a la que identifican como gente trabajadora y pasional, muy parecida a la suya.

Así, el reportaje dejó claro que, en Turf Moor, Alan Pace tiene crédito y se ha ganado el cariño de la gente, algo que viendo cómo están las cosas en el mundo del fútbol, cada vez más mercantilizado, no es poca cosa y manda un mensaje esperanzador a la afición perica.