El Espanyol sigue blindando a su cantera y hoy le ha tocado el turno a uno de esos nombres que han ido creciendo en silencio hasta ganarse un sitio: Roger Hinojo. El defensa de Sallent, que debutó en Primera en la jornada 26 contra el Villarreal, ha renovado hasta 2030. Y no es poca cosa para un jugador que, con solo 20 años, ya se ha hecho un hueco en la dinámica del primer equipo sin dejar de tener ficha con el filial.
Formado en La 21 desde benjamín, Roger es la típica historia que le encanta al espanyolismo: un chaval que llega muy pequeño, que va quemando etapas, y que un día, casi sin darte cuenta, está entrenando con los que antes veía como intocables. Lo cuenta él mismo con una sonrisa que casi se oye al otro lado del micro: “Es un sueño hecho realidad. Llevo mucho tiempo aquí, he visto crecer a mucha gente, subir al primer equipo, los ves como ídolos y seguir sus pasos es una gran ilusión y un sueño hecho realidad”.
Su discurso huele a sentimiento perico de verdad. “Llevo toda la vida aquí; cuando creces sientes los colores y te impregnas de ese sentimiento perico, vienes al campo, y poder estar aquí y poder competir con los jugadores del primer equipo es un privilegio y un orgullo”. Lo dice sabiendo que estar ahí es un premio, pero también una responsabilidad.
Por eso, cuando le preguntan por la presión, responde con calma: “Miro el trabajo diario y crecer cada día, es cierto que subir al primer equipo es una gran responsabilidad y un orgullo, poder pisar este vestuario, este campo, pero intento ser consciente del trabajo que has de hacer, el fútbol no tiene memoria y has de seguir trabajando día a día para seguir creciendo”.
Su debut en Primera aún le pone los pelos de punta. “Debutar en Primera y con el club de tu vida es un sentimiento indescriptible, pero intentando tener los pies en el suelo, seguir trabajando y tener nuevas oportunidades y poder hacerlo bien”. Y si algo deja claro es que nada se regala: “Al final llegan los minutos porque hay trabajo y te lo mereces entrenando, intentas soñar en grande y ver lo positivo y al final no me hubiese imaginado tener tantos minutos y tanta participación pero al final creo que es algo que vas trabajando y te lo vas ganando y ha de seguir siendo así”.
Hinojo sabe que la camiseta que viste pesa. “Este club es muy grande, tiene una afición y una historia muy grande y se ha de estar a la altura siempre, es un poco de todo, pero también con muchas ganas de seguir trabajando y creciendo. Es cierto que es una responsabilidad pero también es muy bonito poder llevar este escudo”.
En cuanto a lo que viene, no se esconde: “A nivel personal seguir creciendo, seguir aprendiendo de los compañeros que tengo mucho margen de mejora, y a nivel grupal es una ño con muy buenas sensaciones desde la pretemporada, creo que estamos preparados para afrontar el inicio de Liga con las máximas garantías posible y creo que irá muy bien durante toda la temporada”.
El mensaje es claro: compromiso, trabajo y orgullo por unos colores que siente desde niño. Con 2030 ya marcado en su contrato, el reto ahora es seguir dando pasos para que el sueño que empezó de benjamín no se acabe nunca.