En L’Hospitalet hubo goles para aburrir y un Espanyol B que pasó del “esto está hecho” al “madre mía, que se nos escapa” en menos de media hora. El equipo de Jardiel firmó un 3-4 en otro amistoso de pretemporada, con tramos de fútbol muy serio y también otros en los que tocó sufrir más de lo previsto.
La película empezó bien pronto a pintar de blanquiazul. Los pericos salieron con las líneas adelantadas, presionando arriba y mordiendo cada balón como si ya fuera Liga. Y claro, cuando robas tan cerca del área rival, las cosas pasan. A los 20 minutos, una jugada rápida por la derecha acabó en los pies de Marcos, que definió con calma para poner el 0-1. A partir de ahí, nada de contemporizar: Letono, hiperactivo en ataque, cazó un pase filtrado antes del descanso y dobló la ventaja con el 0-2. Superioridad clara y control total.
Tras la pausa, más de lo mismo. Un córner bien puesto lo remató Hugo Caroz para el tercero y, poco después, Letono firmó su doblete cazando un regalo en la salida local. 0-4 y cara de partido sentenciado… hasta que llegó la roja a Rufo. Con diez y el calor apretando, el Espanyol perdió chispa y el Hospitalet se vino arriba. Tanto, que se metió de lleno con tres goles en el tramo final y puso un poco de suspense a la noche.
Al final, 3-4 y buenas sensaciones en ataque, pero con la libreta de Jardiel apuntando deberes: aprender a cerrar los partidos y no dar vida al rival, aunque el marcador parezca inalcanzable. Pretemporada para eso está: para probar, corregir y, si puede ser, ganar.
