El Espanyol B sigue con su rodaje veraniego y esta vez le tocó visitar al Badalona. El resultado fue lo de menos, porque acabó en empate a cero, pero lo que quedó claro es que los de Raúl Jardiel tienen las ideas bastante claras: balón, orden y mucha solidaridad en el esfuerzo.
La primera parte fue de paciencia. Los pericos tuvieron más posesión, intentando abrir huecos con pases filtrados, y de hecho la más clara la tuvo Rubén después de que Alejandro lo dejara solo ante el portero. Pero la ocasión se quedó en susto y el marcador ni se movió.
Tras el descanso, el Badalona se vino arriba. Apretaron fuerte, con más ritmo y ganas, obligando al Espanyol B a ponerse serio atrás. Y ahí apareció la otra cara del equipo: solidez defensiva, concentración y trabajo en bloque para no dejar escapar nada. Fue un tramo exigente, de esos que en pretemporada vienen de lujo para ver cómo responde el grupo.
En el tramo final, los pericos volvieron a tomar el control y a tocar más en campo rival, aunque sin esa chispa para crear peligro real. El 0-0 no cambió, pero sí dejó claro que el filial sabe competir y adaptarse a distintos escenarios.
En definitiva, un amistoso sin goles, pero con bastantes motivos para sonreír: el Espanyol B mostró carácter, madurez y que poco a poco va cogiendo la forma que se necesita para arrancar la temporada con garantías.
