El programa de este lunes en La Grada Ràdio tenía un protagonista indiscutible: el Espanyol – Atlético de Madrid que abrió la temporada 2025-26. Pero además del partidazo en el RCDE Stadium, también se habló de fichajes, de nombres propios y hasta de polémicas arbitrales que no dejaron indiferente a nadie. La pericada sigue con hambre de fútbol y eso se notó tanto en las gradas como en el debate posterior.
Una remontada que devuelve la sonrisa perica
El Espanyol arrancó la liga de la mejor manera posible: victoria 2-1 frente al Atlético de Madrid en un estadio prácticamente lleno pese a ser agosto. Manolo González apostó por un once reconocible, con Dmitrovic en portería, Terrats debutando en el centro del campo y Roberto como referencia ofensiva. La puesta en escena fue fantástica, con presión alta y un equipo muy metido desde el inicio.
El Atlético, sin embargo, fue ganando terreno con el paso de los minutos hasta adelantarse con un golazo de falta de Julián Álvarez. El golpe fue duro, pero el Espanyol se levantó. Miguel Rubio apareció en un balón parado para empatar, y ya en la recta final Pere Milla, con un cabezazo marca de la casa, selló la remontada. Cornellà estalló y el equipo sumó tres puntos que saben a mucho más que eso: saben a ilusión.
Héroes inesperados
En la tertulia se destacó cómo jugadores que no estaban llamados a ser protagonistas acabaron siendo decisivos. Miguel Rubio, al que muchos daban como cedido a un Segunda, se convirtió en héroe con su gol del empate. Dmitrovic, que partía con dudas en la portería, respondió con seguridad y buen juego de pies. Y Pere Milla, que siempre aparece en momentos clave, volvió a ser el que cambió la historia de un partido grande.
También hubo palabras para Manolo González, un técnico que pese a sus méritos más que evidentes aún no esquiva críticas de parte de la afición pero que transmite carácter y personalidad. En el “cooling break” se le vio dando indicaciones con energía y convencimiento, dejando claro que este equipo, guste más o menos, tiene una identidad de lucha que conecta con lo que significa ser perico.
Alan Pace y JJ Watt, el nuevo palco blanquiazul
Otro tema de conversación fue la presencia en el estadio de Alan Pace y JJ Watt. La imagen de Watt compartiendo la previa con los aficionados, charlando y haciéndose fotos, se volvió viral. Su cercanía contrasta con la distancia que se ha vivido en la etapa Rastar, con unos propietarios desconectados de la afición.
La gente de Velocity empieza a dar pasos en la dirección correcta: cercanía, respeto por la historia del club y una voluntad de implicarse en el día a día. Habrá que ver cómo gestionan la parte deportiva y económica, pero de momento la grada se ha sentido escuchada y eso es algo que no pasaba desde hacía tiempo.
El gol de Julián Álvarez, ¿ilegal?
En el programa también se analizó la jugada más polémica: el gol de falta de Julián Álvarez. Àlex Cobas lo señaló en directo y por la noche lo confirmó El Chiringuito: según el reglamento, la acción no debió subir al marcador.
Los rivales deben estar a 9,15 metros del balón y los atacantes a un metro de la barrera. Nada de eso se cumplió. Una situación que vuelve a dejar la sensación de que al Espanyol le miran con una lupa distinta y que los pequeños detalles acaban costando caros. Por suerte, esta vez el equipo fue capaz de darle la vuelta y la polémica quedó en anécdota.
Ounahi vuelve a sonar en clave blanquiazul: un interés real
En el apartado de mercado, el nombre de Azzedine Ounahi volvió a aparecer. El marroquí, actualmente en el Marsella, ha tenido ofertas de Trabzonspor y Al Ittihad, pero también del Espanyol, como confirmó George Tsarouchas. El Panathinaikos, donde jugó la temporada pasada, incluso ha alcanzado un acuerdo con el club francés, aunque falta que el jugador se decida.
En La Grada Ràdio se insistió en que el interés del Espanyol es real y que encaja con lo que busca Manolo: un centrocampista con calidad, llegada y experiencia europea. El problema es que las cifras son altas y la operación no es sencilla. Pero Ounahi quiere jugar en España, y eso abre una puerta que el Espanyol no descarta aprovechar.
Mike Trésor, ¿la guinda soñada?
El otro nombre propio fue el de Mike Trésor, extremo belga del Burnley. Según Luis Miguelsanz en Sport, el jugador podría llegar cedido al Espanyol en las próximas semanas. Se trata de un futbolista eléctrico, con desborde y gol, que fue elegido mejor jugador de la liga belga en 2023 con 8 goles y 24 asistencias.
El fichaje, eso sí, dependería de que Manolo González dé su visto bueno. El entrenador insiste en que antes hay que cubrir posiciones clave como el pivote defensivo y el central. Trésor sería la guinda, no el pilar. Eso sí, si llega, lo haría con condiciones económicas asumibles, ya que el Burnley aceptaría pagar parte de su ficha.
Héctor García se rinde a Manolo González. “Si con cuatro cañas ha hecho esto, imaginad con fichajes de calidad”: el mensaje a Garagarza
En La Grada Ràdio siempre hay espacio para la sinceridad, y pocas voces la representan mejor que la de Héctor García. Este lunes se despachó a gusto en La opinión del día, analizando la victoria del Espanyol frente al Atlético de Madrid con ese tono entre crítico y pasional tan característico.
Lo primero que dejó caer fue casi un grito de alivio: “No recordaba un partido así desde hacía tiempo, seguramente desde el del Real Madrid, para ver que saliésemos todos del campo felices, gritando, orgullosos de nuestro equipo que es lo más importante”. Y tenía razón: Cornellà llevaba tiempo sin vivir una noche así, con esa mezcla de fiesta, orgullo y rabia contenida.
Héctor, como muchos, sabe que no es oro todo lo que reluce, y lo dejó claro con una de esas frases que se quedan: “Aquí se demostró que a veces, no siempre, los cojones pueden suplir la calidad”. Directo al corazón del aficionado. Porque sí, todos hablamos de fichajes que no llegan, de la plantilla corta, pero cuando el equipo pone alma y Manolo González lo dirige con ese genio suyo, pasan cosas.
Lo curioso es que Héctor, que se define como “simeonista”, no dudó en señalar que el propio Cholo se equivocó: “En la primera parte el Atlético de Madrid fue mucho mejor, hizo lo que quiso, y mira que soy simeonista pero si hubiesen tenido otro entrenador tal vez no remontamos, se echaron demasiado atrás y se notó mucho el tema de quién quiso ganar el partido, en el cooling break se vio claro”. Vamos, que hasta él lo reconoció: la victoria tuvo un poco de milagro y otro mucho de fe.
Después llegó el turno de repartir flores, y aquí no había duda: todas para Manolo. “Contento y muy feliz por él porque se lo merece, y ya se le está viendo en las grandes citas, hemos ganado al Madrid en casa, al Atlético, falta el Barça pero se le plantó cara”. El mensaje es claro: el entrenador se está ganando a la afición a base de noches grandes. Pero Héctor no se olvidó del otro lado de la moneda: “Lástima que no le acompañen la dirección deportiva y los que están detrás”. Y hasta apuntó nombre y apellido, con un dardo hacia Fran Garagarza.
Su análisis futbolístico no se quedó corto. Señaló la herida abierta de Kumbulla, pidió “un central potente” y no dudó en reclamar un par de centrocampistas nuevos para que Pol Lozano no cargue solo con todo el peso del medio. Incluso opinó que Terrats y Expósito deberían disputarse un único puesto. Y sobre Dolan, el fichaje que más curiosidad genera, tiró de prudencia: “Los minutos de ayer no estuvieron mal, pero me faltó verlo aún más”.
Eso sí, nada de venirse arriba del todo: “No nos vengamos arriba, moderaos. Lo de ayer fue brutal, además, Pere Milla, un tipo super anárquico que aún no sabes qué hace en la plantilla”. Otra vez ese estilo suyo, directo y sin disfraz.
El cierre de su intervención sonó casi a súplica, pero también a advertencia: “Disfrutemos este partido, pero no olvidemos que faltan cosas, y ahora es el turbo de Garagarza si no quiere que lo echen, que lo harán igual porqué es lo que se merece. Pero Manolo, más que nadie, se ha ganado que le den fichajes para que el equipo no sufra, no pedimos nada más. Si con cuatro cañas ha hecho esto, imaginad lo que haría con futbolistas de calidad”.
Un discurso que resume muy bien cómo late la grada: euforia por el triunfo, fe ciega en Manolo y exigencia máxima hacia la dirección deportiva.








