El Espanyol Femenino cerró la pretemporada con derrota en Perpiñán frente al Montpellier HSC (2-1), en un partido que dejó de todo: ocasiones claras, dos palos, un gol anulado y la sensación de que las blanquiazules merecieron bastante más. Fue un ensayo serio de lo que se viene, porque la Liga arranca la próxima semana en casa contra el Atlético de Madrid, y lo de hoy sirvió como termómetro real.
El inicio fue ilusionante. Las chicas de Sara Monforte salieron valientes, apretando arriba y robando con facilidad. A los tres minutos, Paula Arana ya tuvo la primera ocasión tras un error en la salida francesa. El planteamiento funcionaba, el Espanyol incomodaba y se mostraba vertical. Pero el fútbol no siempre premia al que propone: justo cuando más daño hacían las pericas, el Montpellier golpeó a balón parado. En el 37’, córner y 1-0, en lo que fue su primera llegada con peligro. La respuesta fue inmediata: dos minutos después, Paula rozó el empate con un chut que se fue lamiendo la cruceta. Y antes del descanso, la misma protagonista mandó otro misil al larguero. Mala suerte y a vestuarios con la sensación de que el guion podía haber sido otro.
La segunda parte arrancó con un jarro de agua fría: penalti a favor de las locales y 2-0 en el marcador. Pero lejos de caerse, el Espanyol siguió mandando en ocasiones. Ainoa, Ona, Paula… todas se asomaron al área rival con peligro, aunque el balón parecía empeñado en no entrar. Monforte movió el banquillo de golpe, con un cuádruple cambio que dio aire fresco. Y funcionó. En la siguiente acción, Baudet, que acababa de entrar, firmó el 2-1 tras una gran jugada por banda de Browne.
El empate llegó poco después, pero el árbitro lo anuló por una supuesta falta a la portera que las jugadoras protestaron muchísimo. El equipo, lejos de rendirse, siguió empujando. Baudet volvió a rozar el gol con un trallazo que se estrelló otra vez en el larguero. La madera se convirtió en enemiga.
En el tramo final, el Montpellier se cerró bien y ya costó más generar peligro claro. El Espanyol dominó, pero sin premio. El marcador no se movió más y la pretemporada se cerró con derrota, aunque con la certeza de que el equipo compite, genera ocasiones y transmite energía.
Ahora sí, llega lo serio. El Atlético de Madrid visita la Dani Jarque y tocará ver si todas estas sensaciones se traducen en puntos de verdad.
