El fútbol, más allá de goles y puntos, también es un mapa de pasaportes y nacionalidades. Y en el Espanyol, las últimas incorporaciones han dejado un puñado de curiosidades que merece la pena contar.
Riedel, ¿primer alemán? Para nada
Fran Garagarza dejaba ir ayer que Clemens Riedel era el primer alemán que jugaba en el Espanyol. En realidad no lo es, tal como oportunamente le rectificó el portavoz del club Xavi Andreu: antes que él, a finales de los ochenta, ya jugó el centrocampista Wolfram Wuttke. Un futbolista de carácter fuerte y mucho talento, que llegó procedente del Schalke 04 y que dejó huella en Sarrià con su estilo eléctrico y los cañonazos que salían de sus botas. Llegó a Sarriá en 1990, y en su primera temporada fue el máximo realizador de la plantilla en Liga con 9 goles. Aquí jugó hasta 1992, en que volvió a su país para defender los colores del FC Saarbrücken, en donde finalmente se retiró en el año 1993. Los pericos lloraron su muerte en 2015, hace ya diez años. Así que Riedel no abre camino, pero sí rompe una larga sequía de jugadores germanos en el club.

Pickel y su doble sorpresa: congolés, pero nacido en Suiza
Charles Pickel también llega con anécdota incluida. Muchos pensaban que era el primer congoleño de la historia perica, pero el pionero fue Nany Dimata, delantero que vistió la blanquiazul entre 2021 y 2023. La sorpresa es otra: Pickel nació en Solothurn, en pleno corazón de Suiza, y curiosamente hasta ahora solo había habido un jugador nacido en ese país en el Espanyol: Luis Cembranos.

Así que su caso mezcla Congo y Suiza en un mismo pasaporte futbolero: a sus 28 años, ha sido internacional con la selección absoluta de la República Democrática del Congo hasta en 15 ocasiones desde septiembre de 2023, y con Suiza en categorías inferiores hasta la sub-20,
Dimata, el pionero congoleño
Para que quede claro: el primero en traer la bandera de la República Democrática del Congo fue Landry Nany Dimata. Delantero de físico imponente, criado futbolísticamente en Bélgica, que llegó cedido por el Anderlecht en 2021. Su paso por el Espanyol fue irregular, pero le dio tiempo a dejar huella en aquel ascenso.

Koleosho, seleccionable por hasta cuatro paises
Un caso curioso también es el de Luca Koleosho: el internacional juvenil italiano es elegible para Estados Unidos, Canadá y Nigeria, país este último al que descartaba, al menos de momento. El fútbol está lleno de historias curiosas, y la suya es una de ellas por ese amplio abanico de posibles selecciones a las que podría optar: la clave es que nació en Estados Unidos, su madre es italo-canadiense y su padre nigeriano. Hasta ahora, su recorrido internacional es como poco, intenso: empezó en 2019 con la sub-15 de Estados Unidos, en California, cuando aún era casi un niño. Luego, en 2022, volvió a entrar en dinámica con la sub-20 yanqui.

Ese mismo año, Canadá le llamó a la absoluta para un amistoso y partidos de la Liga de Naciones, aunque entre cancelaciones y líos, la cosa se quedó a medias. Volvió a aparecer con ellos unos meses después, incluso figuró en listas preliminares, pero nunca llegó a dar el paso en serio. Y ahí entró en escena Italia. En 2023 dijo “sí” a los azzurrini, primero con la sub-19, donde jugó la fase élite y hasta ganó el Europeo de su categoría en Malta. Luego, en noviembre de ese mismo año, debutó con la sub-21 en un partido oficial contra Irlanda. O sea, que la conexión italiana está viva, y es quizá la que ahora mismo parece más sólida. Pero, claro, hablar de Nigeria era abrir un melón distinto. Mucha gente pensaba que, con el tirón de las Súper Águilas y la herencia de su padre, esa puerta podía quedar medio abierta. Nada de eso: Koleosho la ha cerrado de un portazo.
Cifras que impresionan
Con Pickel, el Espanyol alcanzará los 850 jugadores distintos utilizados en Primera División, siendo el club que más futbolistas ha alineado en la historia de la competición. Y de esos, nada menos que 209 han nacido fuera de España. Un dato que refleja cómo el equipo ha sido siempre un punto de encuentro de nacionalidades y estilos diferentes.
Un club cada vez más global
De Wuttke a Riedel, de Dimata a Pickel, pasando por un suizo de nacimiento como Cembranos, el Espanyol es una especie de pasaporte en movimiento. Y en cierto modo, esas historias explican también lo que es el club: un lugar donde conviven culturas, idiomas y acentos, todos unidos por la camiseta blanquiazul.
