En el Espanyol siempre hay nombres que generan debate, y ahora mismo uno de ellos es Javi Puado. El capitán blanquiazul está en boca de un sector de la afición, no tanto por su entrega que es indiscutible- sino por su rendimiento tras la esperada renovación. Durante la pasada temporada hubo miedo real de que pudiera salir: había ofertas importantes sobre la mesa y tras conseguir la permanencia, más de uno pensaba que pondría rumbo a otro destino. Pero no, Puado eligió quedarse en el club de su vida una vez estuvo salvado, condición que para él era innegociable, aceptando convertirse en el futbolista mejor pagado de la plantilla.

Ese cambio de estatus, ganado a pulso aparte de por su rendimiento por sus goles decisivos en el ascenso contra el Oviedo y en la permanencia frente a la UD Las Palmas, no ha sido del gusto de todo el mundo. Hay quien cree que con ese contrato debería estar en modo estelar cada jornada. Y es cierto que no está ofreciendo su mejor versión, pero nadie puede discutir que lo deja todo en el campo: se vacía en cada partido y hasta demostró personalidad en Anoeta, cuando tuvo que repetir el lanzamiento de penalti y no se escondió.
Pedir paciencia
El consejo aquí es sencillo: paciencia. Porque Puado ya ha demostrado que, aunque tenga altibajos, siempre acaba rindiendo con nota. Basta con mirar atrás: todos los técnicos que han pasado por el banquillo en los últimos años han acabado apostando por él, y no es casualidad. Saben que es un futbolista que, cuando aprieta de verdad la competición, siempre aparece.

Puado, compromiso total
Y si alguien duda de su compromiso, las palabras de Javi Puado en su reciente entrevista en RAC1 son contundentes: “Espero que no me llegue la oferta del Barça, pero no la aceptaría. Entiendo que llevo tanto tiempo aquí, en el Espanyol, en el club que me lo ha dado todo. Creo que 100% no me iría. Pero es que tampoco me ha llegado. Y no creo que me llegue y mejor. Si te quiere el Barça, lo más seguro es que te quiera otro equipo también de buen nivel”.

Una frase que contrasta con lo vivido hace apenas unas semanas con Joan García. El guardameta besó el escudo y se marchó acto seguido al eterno rival. Puado, en cambio, ha demostrado con hechos y palabras que su lugar está en el RCDE Stadium. Y aunque algunos le miren con lupa por ser ahora el mejor pagado, lo que está claro es que el ‘7’ perico sigue siendo uno de los grandes referentes de este equipo.
