A media tarde, el Santiago Bernabéu se convierte en el escenario de un reto mayúsculo para el Espanyol. No es un partido cualquiera: se trata de visitar al líder invicto, al Real Madrid de Mbappé, en un momento en que los nuestros llegan con la autoestima disparada tras el triunfo épico ante el Mallorca. Somos terceros, seguimos sin conocer la derrota y viajamos con la ilusión intacta de medirnos de tú a tú al equipo más temido de la Liga; para los nuestros, es la primera gran cita para comprobar hasta dónde puede llegar este Espanyol que tanto nos está ilusionando en el arranque de la competición; el premio es de los que motivan: si ganamos, dormimos líderes. Casi nada.
Xabi Alonso: “Nos espera un partido exigente ante el Espanyol”
El Madrid, que también se impuso en su partido de Champions frente al Olympique, aterriza en el partido con la moral intacta tras imponerse la pasada jornada en Anoeta a la Real Sociedad en un encuentro donde jugó una hora con diez hombres. Ahí apareció la versión más seria de los de Xabi Alonso, que se refugiaron atrás para aguantar con oficio. En ataque, todo pasa por un Mbappé en estado de gracia: goles, asistencias y sensación de peligro cada vez que toca el balón. Los blancos buscan prolongar el pleno de triunfos y mantener el liderato antes de una semana cargada de exigencia.
Xabi Alonso afrontó la previa de este Real Madrid – Espanyol con serenidad. Su equipo llega líder, invicto y reforzado tras la victoria en Anoeta, donde resistió con diez durante una hora. Para el técnico, aquel triunfo demostró que este Madrid no solo golea, también sabe sufrir.
El entrenador blanco no quiere confianzas ante un Espanyol que también llega invicto y con la moral alta. “El Espanyol viene en buen momento… nos espera un partido exigente. Jugamos en casa y queremos completar un partido bueno”, resumió.
Sobre Vinicius, que arrastra molestias, se mostró prudente: “Ha terminado con buenas sensaciones y mañana ya veremos”. También confirmó la vuelta de Camavinga y Bellingham, y subrayó la importancia de Valverde en el centro del campo. En cuanto a Mbappé, rebajó expectativas: “Es imposible que un jugador juegue todo. Habrá algún día en el que no juegue también”.
El único lunar, la baja de Huijsen tras su sanción. Y, sobre liderazgos en la plantilla, Alonso prefirió no señalar nombres: “Necesito hacer un equipo en el que todos se sientan importantes”.
El mensaje final fue claro: el liderato se defiende en el campo y el partido contra el Espanyol será “muy exigente”.
Manolo González: “Vamos a competir el Bernabéu a muerte”
El Espanyol llega a la siempre temida visita al Bernabéu con el desparpajo del que no tiene nada que perder y mucho que ganar. El 3-2 al Mallorca, logrado en inferioridad y con Cornellà convertido en un caldero, ha reforzado la confianza de un vestuario que cree en competir contra cualquiera. Manolo González pide no tener complejos y agarrarse al plan que tan buen resultado está dando. La misión es mayúscula, pero la ilusión viaja en la maleta: dar guerra en el Bernabéu y demostrar que este inicio de temporada no es una casualidad.
La previa del Real Madrid – Espanyol dejó un mensaje claro de Manolo González: nada de miedo ni complejos. El técnico, tranquilo como siempre, pidió intensidad y personalidad para el duelo en el Bernabéu.
Sobre si es buen momento para visitar al líder, respondió con ironía: “Nunca se sabe… son partidos muy exigentes, muy complicados, va a ser un partido muy largo”. Y sobre los 29 años sin ganar allí, fue tajante: “No creo en estadísticas… nosotros, por la confianza que tenemos, vamos a ir a competirlo a muerte”.
La receta de Manolo pasa por ser coherentes, llegar al área rival y hacer un partido “perfecto”, corriendo “como animales”. El técnico valoró la buena dinámica del equipo, tercero e invicto, y recordó que la mentalidad ganadora es innegociable. “El equipo tiene seguridad en sí mismo, llega bien. La palabra es tranquilidad”.
Aunque reconoció la pegada de un Madrid que “tiene muchos registros” y ha mejorado en todas las facetas, insistió en que el Espanyol debe mantener la personalidad mostrada en Cornellà. Y lo cerró con orgullo: “Me gustaría ganar, pero no por mí, sino por el club, la gente y los jugadores… por los aficionados, que han sufrido mucho”.
