Pol Lozano apareció ante las cámaras de las televisiones con derechos tras el empate ante el Girona (0-0) con hielo en el muslo izquierdo, síntoma del desgaste de una semana que ha sido una auténtica paliza para el Espanyol. “Hemos jugado tres partidos en una semana y salen todos los males pero esto bien”, soltó con naturalidad, restando importancia a las molestias físicas. El mediocentro está siendo pieza clave para Manolo González y lo demuestra partido tras partido.
Un punto ante tres rivales de peso
El empate contra el Girona deja a los pericos con solo dos puntos en los tres últimos partidos, pero Lozano no dramatiza. “Son tres rivales fuertes, Madrid, Valencia y Girona en su campo. Dos partidos fuera de casa. Al final el balance para mí es positivo, podríamos haber sacado los tres puntos ante Valencia y Girona, nos quedamos con buenas sensaciones, es un buen arranque”, explicó. El mensaje es claro: la exigencia es máxima, pero el equipo no pierde la confianza en su camino.
La pólvora mojada en Montilivi
El Espanyol generó muchísimo, hasta 19 remates, pero la portería se resistió. Pol lo resumió con sencillez: “Contra el Valencia también fue una barbaridad de veces y hoy otra vez, ese es el camino, es más fácil que te entren que si tiras cinco”. La falta de gol preocupa, pero también es síntoma de que el equipo crea y llega. El vestuario lo tiene claro: insistir acabará dando frutos.
Buen arranque de temporada con margen de mejora
Pol Lozano cerró su comparecencia con un mensaje optimista: “Es bueno el punto, sumar es bueno, pero nos vamos con la sensación que podríamos haber sacado los tres puntos.” El mediocentro, que está viviendo uno de sus mejores momentos de forma, transmite la idea de que el Espanyol tiene más en la mochila de lo que reflejan los últimos resultados.
