El Espanyol cerró la semana más dura hasta ahora con tres partidos en apenas siete días: derrota en el Bernabéu y dos empates seguidos ante Valencia y Girona. Estos resultados le hicieron pasar de la cuarta a la séptima plaza, aunque sigue empatado a 12 puntos con Atlético (5º) y Betis (6º), que será el próximo rival en Cornellà-El Prat tras dos victorias seguidas.
Atlético, Betis y Elche adelantan al Espanyol
Los blanquiazules arrancaron la séptima jornada en cuarta posición, pero fueron adelantados por Atlético, Betis y el imparable Elche de Eder Sarabia, que ha arrebatado a los de Manolo González la etiqueta de revelación. Con todo, la situación es más que positiva: el objetivo sigue siendo amarrar la permanencia cuanto antes y luego ver si hay margen para soñar. No hay que olvidar que la pasada temporada el Espanyol no alcanzó los 12 puntos hasta la jornada 15, a finales del mes de noviembre.
Comparativa que habla por sí sola
Hace un año, con siete jornadas disputadas, el Espanyol era decimocuarto con solo 7 puntos. Tenía dos victorias (2-1 al Rayo y 3-2 al Alavés), un empate (0-0 en el Metropolitano) y cuatro derrotas (1-0 en Valladolid, 0-1 ante la Real, 4-1 en el Bernabéu y 1-2 contra el Villarreal). En total, 11 goles a favor y 19 en contra.
Ahora, la foto es radicalmente distinta: tres triunfos, tres empates y una sola derrota (además en el Bernabéu), con 10 goles a favor y solo 9 en contra. Es decir, uno menos marcado, pero diez menos encajados. Un salto defensivo gigante que hace del Espanyol un equipo mucho más fiable.
Un déjà vu con el Betis
La historia también tiene su punto curioso. En la jornada 8 del curso pasado tocaba visitar al Betis en el Villamarín, y aquello acabó en derrota (1-0), la tercera consecutiva y quinta en ocho partidos. Hoy, el guion es distinto: el duelo con los verdiblancos llega en Cornellà, con el Espanyol séptimo y con un aire competitivo que nada tiene que ver con aquel entonces.
“Una barbaridad” de remates
Más allá de los resultados, los datos de ataque reflejan una idea clara: el Espanyol es valiente y genera mucho. Lo resumía Pol Lozano tras el empate en Girona, después de desperdiciar varias ocasiones: se habían acumulado “una barbaridad” de remates, pero aun así “ese es el camino, porque es más fácil que te entren chutando 20 veces que si tiras cinco”. Y no le falta razón.
De la efectividad a la sequía
Hoy encontramos en As una batería de datos que resultan significativos: en las cuatro primeras jornadas, el equipo contabilizó 41 remates, 15 a portería y 8 goles, lo que supone un 19,51% de efectividad, un porcentaje altísimo. Pero en la última semana, contra Madrid, Valencia y Girona, se disparó más todavía: 49 remates, 16 de ellos a portería… y solo dos goles. El porcentaje cayó hasta un pobre 4,08%, aunque con una lectura positiva: el Espanyol está llegando y mucho, y cuando se afine la puntería, los goles volverán.
Dos goles en 16 disparos a puerta
En esos tres partidos, los blanquiazules acumularon 49 tiros, con 16 entre los tres palos. Eso representa más de la mitad del total en lo que llevamos de Liga (91 disparos y 31 a portería). La efectividad global es del 10,99%. Falta precisión en el remate final, pero el caudal ofensivo está asegurado.
Puado y Cabrera, los que marcan la diferencia
En este tramo, Javi Puado y Leandro Cabrera han sido los únicos que lograron ver portería. El delantero probó seis veces, cuatro de ellas entre los tres palos, mientras que el central se atrevió con seis disparos y uno acabó en gol.
Pere Milla también lo intentó seis veces, todas contra el Girona, pero ninguna con acierto. Carlos Romero lo probó cinco veces en tres partidos, Edu Expósito y Tyrhys Dolan cuatro cada uno, y Kike García y Roberto tres. Si algo demuestra esto es que el equipo llega desde muchas posiciones y no depende de un único jugador.
Mucho más que hace un año
La diferencia con la temporada pasada se ve también en los números ofensivos. Entre los partidos ante Valencia y Girona de este curso, el Espanyol acumuló 41 disparos, 16 a portería. Hace un año, en esos mismos dos duelos, solo se firmaron 19 disparos, con cuatro a portería. El resultado fue el mismo en goles a favor (dos), pero con una gran diferencia: entonces encajó cinco, y ahora solo dos.
Un Espanyol más sólido y ambicioso
En resumen: el equipo marca un gol menos que hace un año, pero encaja diez menos; dispara más del doble y genera mucho más peligro. Y, sobre todo, transmite una imagen muy distinta. Manolo González ha dotado al Espanyol de personalidad, fondo de armario y un plan ambicioso. Puede que los empates recientes hayan bajado un poco el ánimo de la grada, pero la sensación general es que este equipo está en el camino correcto.





