Dani Solsona (Cornellà, 1952) es historia viva del Espanyol. Estilista en un tiempo donde primaba el contacto físico, vistió la blanquiazul durante ocho temporadas antes de brillar en el Valencia, donde ganó títulos europeos, y de probar fortuna en Francia. Ahora, ya retirado, vive el fútbol desde otra óptica, pero en una entrevista concedida a Regió7 dejó claro que, aunque la vida profesional le habría podido llevar a otros caminos, su corazón sigue siendo perico: “Claro que habría jugado en el Barça, aunque yo siempre seré del Espanyol”.
El eterno debate: profesionalidad frente a sentimiento
Solsona explicó con naturalidad cómo el Barça intentó ficharle varias veces, y cómo siempre se topó con la negativa del presidente Manuel Meler: “Cada temporada insistían, y la última vez lo hicieron todo para ficharme. Pero Meler siempre se negó, incluso delante de un cheque en blanco”. Preguntado por si hubiera aceptado, fue directo: “Es claro. Eres profesional y un club de tu ciudad quiere ficharte… Claro que sí. Pero mi equipo siempre será el Espanyol”.
Con este ejemplo, quiso también referirse a un caso reciente, el de Joan García y su salida al Barça: “Ha habido muchos jugadores que han ido del Espanyol al Barça y del Barça al Espanyol. Como profesional, lo entiendo. Como socio, me toca el voraviu, pero lo entiendo”. Para Solsona, la clave estuvo en la gestión del club: “Si crees que es tu portero —y lo creían—, tienes que renovarle antes, subirle el sueldo y doblarle la cláusula. No a última hora”.
“Nunca quise ser embajador”
El ex futbolista también se refirió a por qué nunca ha tenido un cargo institucional en el Espanyol: “Estas cosas no me gustan. Tener la obligación de viajar, de estar en el palco… Prefiero la radio. Soy del Espanyol y voy a los actos cuando me lo piden. Rafa Marañón lo hace fantásticamente bien”.
Solsona dejó claro que su manera de vivir el sentimiento perico no pasa por la representación oficial, sino por estar cerca del club a su manera, opinando y recordando desde fuera.
El fútbol de hoy, a examen
Preguntado por cómo ve el fútbol actual, el ex perico no tuvo dudas: “Comparado con mi época, ha mejorado todo: terrenos de juego, balones, botas, táctica…”. Reconoce que por sus características técnicas se habría adaptado mucho mejor al fútbol moderno, donde los jugadores de calidad tienen más protección. Eso sí, admite que nunca puede ver un partido sin analizarlo: “Es mi defecto. Me gustaría verlos para disfrutar, pero siempre acabo analizándolos”.
Sobre Chen y la nueva propiedad del Espanyol
Otro de los puntos más interesantes de la entrevista fue su opinión sobre la gestión institucional del club. Solsona no ocultó que, durante la etapa de Chen, la afición estaba descontenta: “El señor Chen sufragó buena parte de la deuda, pero la gente quiere resultados, que el equipo funcione en el campo. Si hay cien millones de deuda o palancas… a la gente eso le da igual”.
Ahora, con la llegada de la nueva propiedad, el exjugador ve un cambio de tono, pero avisa: “De momento todo va bien, parece que se han integrado más, pero quiero ver cómo actúan cuando vengan mal dadas”. Una advertencia con mucha experiencia detrás, fruto de quien ha visto pasar etapas muy diferentes en la historia del club.
El legado de un perico eterno
Dani Solsona dejó el Espanyol siendo capitán y con la sensación de haberlo dado todo. Nunca logró un título con los blanquiazules, aunque estuvo cerca en la Liga 72-73, pero eso no ha cambiado su amor por el club: “Desde los 12 años he sido perico y lo seré siempre. El Espanyol es mi equipo. Después viene el Valencia, pero primero siempre el Espanyol”.